La utilización de las tarjetas de crédito se está extendiendo cada vez más. Sin embargo, muchas veces este tipo de medios de pagos puede jugarnos una mala pasada.
El pago en efectivo puede significar en algunas ocasiones una forma más sencilla y económica.
Esto es así cuando disponemos del dinero y no se refiere a grandes cantidades, pero si necesitamos extraer dinero de algún cajero automático o a través de la ventanilla, ese pago en efectivo se encarecerá, ya que muchas veces nos cobran por las extracciones.
En caso de elegir una tarjeta para realizar compras debemos tener en cuenta una serie de consideraciones esenciales para no llevarnos una sorpresa a finales de mes.
En principio debemos saber que las tarjetas tienen una TAE (Tasa Anual Equivalente), es decir que existe un tipo de interés vinculado a ese plástico.
Aunque en muchas ocasiones no prestamos atención, nos cobran intereses para las transferencias de saldo, adelantos de efectivo, pagos fraccionados, o solo el mínimo establecido.
La mejor oportunidad que tenemos de no pagar de más, es no acumular deudas, ni embarcarnos en compras con montos elevados, porque al no poder hacer frente a estos compromisos nos llevará a realizar pagos parciales que elevaran el monto final ya que correrán los intereses.
Si sabemos de otra tarjeta con menores intereses, podemos transferir los saldos a ella. Es importante tener en claro los intereses que pagamos por todo tipo de operaciones vinculadas a los plásticos, ya que solemos interiorizarnos solo los costos de los pagos.
Además, cuando elegimos contratar una tarjeta de crédito, debemos considerar otro aspecto, que muchas veces no le prestamos atención, ya que elegimos la tarjeta por las ventajas que esta tiene pero descuidamos otras consideraciones.
Este es el caso de la cuota anual. Este es un monto fijado por gastos administrativos que cada plástico tiene y depende de la compañía emisora y de la entidad financiera. En muchas ocasiones, al realizar compras por montos mínimos determinados por las compañías crediticias puede traducirse en una bonificación.
Sin embargo debemos tener cuidado, porque a veces en el afán de utilizar ese mínimo necesario para recibir la bonificación, realizamos gastos innecesarios que terminaran encareciendo nuestro presupuesto mensual.
Ahora que el euro se encuentra en una posición dominante en el mundo, y muchos viajan fuera del país, es importante cuidarnos de las compras en el exterior y de los intereses por su uso en otras monedas. Muchas conllevan en su oferta seguros de viajero. Asesorarnos de sus beneficios antes de partir.
Los pagos mínimos son un arma de doble filo, nos pueden ayudar a realizar compras en momentos donde no tenemos dinero disponible en la cartera, pero es vital saber que esta modalidad encarece el precio final porque se le aplican intereses.
En resumen debemos estar atentos, a la TAE de la tarjeta, a los intereses por pagos parciales, lasa extracciones y las transferencias de saldos.
Es bueno utilizar las tarjetas de créditos en base a nuestro presupuesto mensual, sin excedernos porque terminará transformándose en un gasto fijo que encarecerá nuestra vida, en vez de simplificarla.