La caída del precio del petróleo ha puesto en una mala situación a algunos países como por ejemplo Rusia. Además hay que incluir sanciones recientes a Rusia, que podían contraer aún más la economía de Rusia. Un año 2014, que se ha caracterizado por la depreciación del rublo y por la inflación.
Una espectacular caída del rublo, que llevó al país a una inflación altísima, obligando a muchos rusos a comprar artículos de lujo para así proteger su riqueza. Parecía que la situación se había calmado, pero de nuevo Rusia tiene hacia ella todas las miradas.
Según el FMI, la economía rusa tendrá una recesión del 3,4% este año 2015. Otras agencias estiman este porcentaje en torno el 5%. Por este motivo, desde el gobierno ruso, se han subido las tasas de interés, se han vendido dólares y euros, y se ha inyectado dinero en los bancos, además de una reducción del gasto público. Ha subido el desempleo y hay mayores niveles de pobreza.
Pero una nueva caída de los precios del petróleo está afectando más al país. Las tasas de interés ya se encuentran en máximos anuales, y el rublo se sigue depreciando ante las principales divisas. Una situación difícil para el Banco Central de Rusia, que estima que el petróleo tendría que llegar a los 70$ por barrial, para que pudiera crecer el PIB. Ahora está en torno a los 50 dólares.
Algunos expertos, preveían una inflación en el país de cerca del 12% , pero parece que tras los nuevos datos del petróleo estos podrían cambiar. Es posible que los rusos lleguen a destinar la mitad de su sueldo, solo a la compra de alimentos. La inflación de los alimentos puede llegar al 30%, frente al 7% que podrían subir los ingresos de los rusos este año 2015.
No es de extrañar que muchos rusos, empiecen a recordar aquellos años en los que Boris Yeltsin era su presidente, y en los que los precios llegaron a subir un 100%, hace ya 17 años.
