Los cambios de año siempre son una buena oportunidad para hacerse de coraje y tomar decisiones fuertes. Una de ellas, por ejemplo, es la de decidirse a tomar un préstamo personal para estar más cerca de cumplir tus viejos anhelos: cambiar de coche, refaccionar tu hogar o desarrollar ese emprendimiento que te permita abandonar tu trabajo. Hay distintas opciones a tener en cuenta, sobre todo si no tienes mucha experiencia en esta área. En la siguiente nota, te comentamos lo que debes saber.
Comienza enero y todos hemos cambiado nuestro almanaque. Esa continuidad de espacios en blanco suelen ser una tentación para tomar el toro por las astas y cambiar nuestro destino. Según distintas encuestas, esta fecha del año es la que mayor índice tiene de consulta a especialistas para dejar de fumar, nutricionistas para adelgazar y hasta aumentan las inscripciones a los gimnasios. En la misma dirección, páginas web que ofrecen vuelos de avión y servicios turísticos, se ven saturadas por la demanda de pasajeros que quieren cumplir sus sueños de conocer los lugares más cautivantes del planeta.
Realmente no descubrimos nada, ya que hay un viejo refrán que lo resume a la perfección: año nuevo, vida nueva. ¿Por qué no aprovechar esta fecha tan movilizante para algo a largo plazo, más allá de la indudable tentación de unas vacaciones tras un largo año de esfuerzo y trabajo? Es allí cuando la opción de los préstamos personales se convierte en una alternativa que es necesario considerar: el comienzo de año nos permite despejar nuestra mente y ver con mayor claridad nuestro estado de situación, al mismo tiempo que es un gran momento para plantearse expectativas realistas. Un pequeño empujón financiero puede depositarnos en el lugar donde siempre quisimos estar. Solo hay que animarse, y en esta nota te damos la información que necesitas.
¿Cuándo es el mejor momento para solicitar un crédito personal?
Existen distintos momentos personales y financieros donde quizás sea necesario recurrir a un crédito personal. Si estás buscando opciones de mini préstamo en el 2018, lee la siguiente información con atención. Si bien no existen fórmulas escritas sobre piedra, esta opción financiera es ideal para cuando necesitas pequeños montos de dinero de forma urgente o, al menos, veloz para cumplir tus metas. Algunos suelen pedirlos ante gastos imprevistos como refacción de hogares o máquinas costosas, mientras que otros son más osados y los solicitan con la idea de obtener un empujón económico que les permita desarrollar su espíritu emprendedor.
En nuestra humilde opinión, un mini préstamo personal nunca está de más si realmente lo necesitas por alguna de esas razones: a veces un poco de liquidez es lo único que nos aleja de poder cumplir nuestras metas personales o laborales. Gracias a la hiperconectividad en la que vivimos, cada vez son más alas agencias que ofrecen este servicio de manera online. Solo debes prestar atención, pensar fríamente sobre tu situación económica y qué destino le darás a ese dinero.
¿Dónde me conviene solicitar un mini préstamo online?
Tal como te hemos adelantado, a la hora de solicitar un préstamo online o un mini préstamo online, debes chequear la información de la firma que te dará el dinero. De esta manera, evitarás fraudes o futuros dolores de cabeza. Gracias a Internet, puedes acceder a valiosa información para corroborar listados de los prestamistas online más populares y las experiencias de los usuarios, para así poder escuchar a ambos lados del mostrador y contar con un panorama mucho más completo antes de tomar una decisión.
Para finalizar, en la actualidad y pasando de rangos de 4000 a 50.000 euros, podemos decir que las firmas más populares son Cetelem, Younited credit, Cofidis y ING direct. Si hablamos de mini préstamos online, sobre todo para pequeños imprevistos y por lo general con sumas menores a 1000 euros que te ayudan a salir de esos apuros, se destacan las siguientes casas: Vivus, QuéBueno, Wonga, Dineo y LunaCredit.
¿Préstamo y crédito son lo mismo?
Para comenzar, y antes de adentrarnos en los detalles sobre los diferentes tipos de préstamos que existen dentro del mercado financiero, es importante destacar que los términos “préstamo” y “crédito” no son lo mismo y es necesario resaltarlo. Si bien ambos suelen ser utilizados como simple sinónimos, ello no es así y saberlo puede esclarecer tu mente para tomar la decisión que necesitas para empezar con tus proyectos personales. ¿Cuál es la diferencia entre ambos términos?
Básicamente, sin entrar en un lenguaje técnico o detalles propios de especialistas que no vienen al caso, cuando hablamos de un préstamo, el cliente (prestatario) recibe de parte de la entidad financiera la cantidad de dinero exacta que ha solicitado previamente. A cambio de ello, el importe de dinero de dicho préstamo deberá ser devuelto con la suma de los intereses acumulados durante el tiempo acordado con la firma. Por lo general, si bien existen excepciones a la regla, el dinero suele ser devuelto mediante cuotas regulares a lo largo del tiempo.
Por su parte, si hablamos de un crédito, la mayor diferencia reside en que el cliente no tiene porqué solicitar la cantidad de dinero que le es dada, sino que es la entidad bancaria quien decide poner dicho monto a su disposición. De esa forma, el cliente solo tendrá que devolver el dinero que disponga sin pasarse de ese máximo, además de los intereses. Como contraparte de ese beneficio, por lo general los intereses de los créditos son considerablemente más altos que los que se pagan con un préstamo.
¿Qué tipos de préstamos existen y cuál es el que más me conviene?
Una vez aclarada la diferencia entre préstamo y crédito, también es necesario aclarar que no existe, de manera taxativa, una única clasificación para hablar de los distintos tipos de préstamos que existen dentro del mercado. Esto quiere decir que podemos verlos organizados de acuerdo a diferentes criterios. Uno de ellos puede ser, por ejemplo, el destino que se le busca dar a ese dinero, quién será el destinatario, cuál es , la garantía que se ofrece a cambio, la suma de dinero solicitado, los requisitos que se exigen, entre otros.
Ahora bien, para no confundirnos demasiado, a continuación vamos a hablar de las dos clasificaciones más habituales que vas a encontrar dentro de las casas que prestan este servicio financiero: tipos de préstamos según el plazo de vencimiento y según la finalidad del dinero.
En lo que refiere al plazo de vencimiento, existen tres subcategorías que son las tradicionales: a corto plazo, a mediano plazo y a largo plazo. El corto plazo suele hacer referencia a un plazo de un año como máximo para devolver el dinero. En tanto, el mediano plazo suele variar entre periodos de uno a tres años dependiendo la casa que presta el dinero o el monto solicitado. Por último, generalmente se habla de préstamos a largo plazo cuando el periodo de devolución supera los tres años.
Si hablamos de finalidad del dinero que se le solicita a la firma prestataria, vamos a encontrar las siguientes subcategorías como las más tradicionales: préstamos personales, préstamos al consumo (destinados a obtener bienes de larga duración como coches o viviendas), préstamos de estudios (muy populares en países como Chile, Estados Unidos o Inglaterra, por ejemplo), préstamos hipotecarios (donde la firma solicita una garantía real en caso de no cumplir con los pagos) y préstamos para empresas (generalmente apuntados a mejorar la productividad o competitividad de una compañía).
Como te habrás dado cuenta, a nosotros nos interesa hablar de los préstamos personales y, sobre todo, de una de las alternativas que más carrera ha ganado en los últimos años: los minipréstamos personales, ya que ayudan a conseguir pequeñas y medianas cantidades de dinero de forma rápida y ágil.
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