En la actualidad se puede pedir un préstamo en unos pocos segundos. Entre las ofertas de préstamos preconcedidos que envían los bancos y la oferta habitual de préstamos online de las entidades dedicadas a los préstamos rápidos, el acceso a la financiación es más rápido que nunca.
Sin embargo, las prisas no suelen ser buenas consejeras para la toma de decisiones. Por eso, Matchbanker te ofrece unos cuantos consejos para que decidas mejor sobre tu próximo préstamo.
1. No lo pidas solo porque puedes pedirlo
Por lo general, un préstamo preconcedido solo se debe pedir cuando ya antes se estaba pensando en solicitar un préstamo. Es decir, pedir un préstamo “solo” porque se tiene la oportunidad de conseguir financiación muy barato, en muchos casos, será un error. Está claro que no se puede generalizar de forma absoluta, pero antes de dar el paso para aprovechar esa oportunidad, piensa que tu cerebro está programado para valorar más la satisfacción actual que el perjuicio futuro. Así que trata de racionalizar la decisión todo lo que puedas.
2. No pidas el primer préstamo que veas
No importa lo buena que sea la oferta: ¡Compara! Si después de comparar sigue siendo la mejor opción, aprovéchala. No te conformes con algo que simplemente te parece que está bien porque quizá cuando veas lo que se ofrece por ahí, descubras que no está tan bien.
3. Haz cuentas reales, no mentales
Cuando hagas cálculos de lo que te va a suponer devolver el préstamo y pagar los intereses, no te conformes con hacer un cálculo a ojo. Anota todos tus ingresos y gastos, ¡sí anótalos! y calcula bien el margen que tienes gracias a la diferencia entre ambos. Además, piensa que el dinero dedicado a pagar deudas, no debe suponer más de 1/3, aproximadamente, de tus ingresos.
4. No vayas a lo más fácil
Si cumples requisitos para solicitar un préstamo con muchos requisitos, puede que hacer el papeleo te suponga un importante ahorro en intereses. Por el contrario, si un préstamo con mejores condiciones te exige que contrates otros servicios como un seguro o domiciliar una nómina, añade estos costes a los del préstamo y vuelve a comparar con otras opciones de otras entidades financieras.
5. No dejes de ahorrar
En ocasiones, algunos consumidores prefieren utilizar todo el dinero posible en hacer devoluciones anticipadas. Desde luego, hacerlo reduce la cantidad de intereses a pagar y abaratará tu préstamo, pero siempre es buena idea reservar una parte para posibles imprevistos. De lo contrario, en el momento en que ocurra algo, probablemente necesitarás solicitar otro préstamo y, lo más probable, es que el segundo sea todavía más caro que el primero.
6. No te niegues a endeudarte
Hay algunas personas que son totalmente reacias a endeudarse, pero a veces puede merecer la pena. Si tus finanzas están aseadas y has hecho cálculos y estás seguro de que podrás devolver el dinero, un préstamo puede ser la manera en que puedas comprarte una casa, hacer una reforma o iniciar un proyecto empresarial. Con una actitud responsable, no hay por qué tener miedo a endeudarse. Es una herramienta más a tu disposición.