Los intereses bajos afectan a tus finanzas personales. Tanto para el ahorro como para el consumo los intereses bajos tienen efectos directos.
En los últimos tres años, los tipos de interés han bajado de manera alarmante. Los expertos prevén cierta subida en el primer semestre del año, pero, parece que al menos durante un periodo de tiempo relativamente largo, se mantendrán igual de bajos.
Todo comenzó en la primavera de 2016, cuando los tipos de interés cayeron en mínimos del 0%. Ahora por fin parece que se ve cierta subida en los primeros meses de 2020. Aún así, a medio plazo, la normalización de la política monetaria lleva a que el proceso para la subida de los tipos de interés esté siendo muy gradual. Esto quiere decir que el entorno de intereses bancarios bajos va a seguir durante una temporada larga.
Por qué son tan importantes los tipos de interés en tus finanzas
Los tipos de interés reflejan el precio de un banco tiene que pagar para obtener financiación, en este caso del Banco Central Europeo. Dicha institución influye sobre los precios fijados en los tipos de interés a corto plazo, con los que presta dinero los bancos comerciales.
En el momento en que la entidad bancaria modifica los tipos de interés, influye tanto sobre la cantidad como sobre el coste de los créditos que llegan a través de los bancos comerciales a mercados.
En otras palabras, afecta tanto a empresas como a particulares. Por esta razón, la importancia que tiene para la economía en general es grande. Pero, también es una de la importancia que tiene para nuestro bolsillo, puesto que la influencia directa sobre la financiación siempre nos acaba afectando a los usuarios.
Cómo afecta a tu economía los tipos de interés bajos
Realmente no todo son malas noticias respecto a los tipos de interés bajo, por lo menos no a primera vista. Sobre el papel, cuanto más baratos que el precio de dinero, más crédito y más fácil obtenerlo, y, sobre todo, más barato. Si tenemos en cuenta que la facilidad de depósito al BCE se encuentra en estado negativo, teóricamente, las entidades financieras deberían preferir abrir el grifo de los préstamos a tenerlo depositado con un coste. Esta es la teoría, la práctica se aleja bastante de dicha teoría.
Por otra parte, desde el punto de vista de un producto tan extendido como las hipotecas referenciadas al Euríbor, las revisiones van reduciendo el coste de vida a la relación que existe entre este índice de referencia de los tipos de interés. A pesar de que el año pasado aumentó ligeramente, continúa muy lejos de como estaba hace unos pocos años.
Teóricamente el dinero que se ahorra la hipoteca, y el abaratamiento y facilidad de acceso a los préstamos, y el dinero sobrante ahorrado las hipotecas, debería entrar dentro de la rueda de consumo, es decir, debería ser dinero que destinado al consumo favorece a las empresas y al ciclo comercial. Esto es pura teoría, ya que como hemos dicho la realidad es un tanto diferente y aunque el abaratamiento de las hipotecas un hecho, también el aumento del consumo, lo cierto es que no existe una relación proporcional como parece que debería existir.
Ahorro e intereses bajos
Para un perfil de ahorrador conservador, que tiene miedo a asumir riesgos, que el precio del dinero esté tan bajo es sin duda una muy mala noticia. Basta tomar como referencia los depósitos a la vista para comprobar cómo la rentabilidad de los últimos años es tremendamente baja, con el riesgo del coste por depósito a particulares planeando sobre la banca europea desde hace un par de años.
En caso de que un producto de ahorro no sea capaz de de batir el IPC, no sólo no es rentable, sino que empieza a ser malo para el bolsillo del ahorrador, ya que técnicamente está perdiendo dinero.
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