Para empezar, hay que saber exactamente en qué consiste un plan de ahorro. Y es que, no son pocos lo usuarios que confunden un plan de ahorro con un presupuesto. Este último es sólo una parte del plan de ahorro, ya que si no se lleva a cabo la elaboración de un presupuesto que de resultados, no se puede tener un plan de ahorro.
No obstante, hay mucho más factores que forman parte de un plan de ahorro, por lo que es importante tenerlos todos en cuenta para hacerlo con éxito. A continuación te explicaremos cómo poder hacerlo.
Control de gastos
Para poder crear un plan de ahorro, lo primero que debemos hacer es ser conscientes de los gastos que realizamos cada mes. Esta es la base de todo, ya que sólo de esta manera podremos darnos cuenta de los gastos que son importantes y los que se pueden reducir casi por completo. Además, también hay que controlar las deudas que tengamos para poder cubrirlas lo más pronto posible.
Lo que te recomendamos para poder lograr esto, es que comiences desde hoy a apuntar los gastos que realizas, y así hasta que finalice el mes. No tienes porqué hacerlo en papel, puedes anotarlo todo en tu smartphone o usar solamente las tarjetas, con lo cual podrás ver los movimientos realizados a través de la web de tu entidad bancaria.
En resumen, controlar tus gastos es la mejor forma de darte cuenta de los excesos económicos que realizas a diario y del dinero que podrías estar ahorrando de no hacerlo.
Hacer un presupuesto
Una vez haya terminado el mes y seas plenamente consciente de tus gastos, es el momento de llevar a cabo un presupuesto. Lo primero que debes hacer es agrupar tus gastos en 3 modalidades diferentes:
En el primer grupo, vamos a anotar los gastos importantes que realizamos cada mes. El alquiler o la hipoteca de nuestra vivienda, la luz, la comida que compramos, nuestro seguro de salud…
Después, en el segundo grupo, hay que poner los gastos que resulten menos relevantes que los anteriores, pero que sigan siendo de importancia. Este puede ser el caso de recibos que no sean prioritarios, como la televisión por cable, o el dinero que nos gastamos en transporte o gasolina.
Por último, debemos anotar en el tercer grupo los gastos que sean completamente innecesarios y sólo hagamos por capricho.
Realmente no es del todo necesario agruparlos, puesto que al ver los gastos reconoceremos a qué grupo pertenece cada uno, pero es recomendable hacerlo al comenzar un presupuesto.
Cuando tengamos todos los gastos bien identificados, lo siguiente que debemos hacer será calcular nuestros ingresos y ver si esos gastos los superan o no, para ver en dónde estamos fallando exactamente y cuál podría ser nuestro verdadero nivel de ahorro.
Aumentar el nivel de ahorro
Una vez que sepamos cuánto gastamos y en qué, es el momento de buscar la manera de ahorrar lo máximo posible. La mejor manera de conseguir esto, es desechando los gastos más superficiales, es decir, los caprichos y compras innecesarias. Solamente descartando estos gastos, o al menos en su mayoría, notaremos un aumento considerable en nuestros ahorros.
Planificar el ahorro
Ahora que ya has conseguido lograr un nivel de ahorro adecuado a tus necesidades, es el momento para decidir en qué quieres destinar ese dinero. Puede ser de cara a tu jubilación, para realizar una reforma, para comprar un vehículo… Las posibilidades son muy amplias.
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