De cara a la percepción de la renta mínima vital, y sobre todo en relación a la inclusión financiera, las cuentas básicas de pago pueden jugar un papel importante.
Se trata de un modelo de cuenta orientado a la inclusión financiera aprobado por Parlamento Europeo. Hay que tener en cuenta que no son un producto financiero novedoso, ya que se había aprobado en el año 2014 para países miembros. No obstante, el turno para su regulación en España no sería hasta tres años después.
Cuentas básicas de pago
Las cuentas básicas de pago tienen como finalidad facilitar un acceso bancario básico a cualquier persona perteneciente a la Unión Europea y que resida en cualquier país del club monetario. Este tipo de ayuda económica suele ser demandada especialmente por estudiantes de intercambio, así como también por trabajadores expatriados temporalmente.
El único inconveniente del que disponen estas cuentas, es que en la mayoría de países donde se ofrecen, vienen acompañadas de ciertas comisiones. Suelen ser de un precio muy bajo, pero es necesario cubrir ese gasto para poder usar la cuenta. Por lo tanto, en base a la situación económica en la que nos encontremos personalmente, si no cumplimos con todos los requisitos que se especifican para poder obtener una cuenta básica de pago, quizás lo más conveniente sea buscar otro tipo de producto que no disponga de comisión alguna.
Es importante conocer que en nuestro país, como en tantos de la Unión Europea, si que se dispone de comisión para poder acceder a la cuenta. Por lo tanto, tendríamos la obligación de pagar 3 euros todos los meses (o lo que marque la entidad financiera dentro de los límites legales) si queremos disfrutar de los servicios que nos aporta una cuenta de pago básica. Entre los servicios que se nos ofrecen, podemos encontrar: depósitos de fondos, retirada de dinero en efectivo en las sucursales y cajeros pertenecientes a la entidad bancaria con la que la contratemos, domiciliación de recibos, etc.
Como ya hemos mencionado, para poder solicitar una cuenta básica de pago, es necesario cumplir con determinados requisitos. Para empezar, los ingresos anuales de la unidad familiar no deben superar los márgenes establecidos para cada tipo de familia. Es decir, en el caso de que se trate de una unidad familiar que cuenta solo con 2 o 3 personas, los ingresos no pueden superar 2,5 veces el IPREM. Por otro lado, para familias de 4 personas o numerosas, este margen aumenta a 3.
Además, para obtener una cuenta de estas características no podremos ser dueños ni tener derechos sobre inmuebles que no sean la vivienda en la que nos encontramos, y tampoco debemos disponer en España de una cuenta corriente, aunque ésta se contrate a través de otra entidad bancaria distinta.