El pasado mes de junio ha traído consigo cierta estabilidad y buenas noticias para el mundo financiero. Gracias a la desescalada y a la nueva normalidad, los negocios que llevaban meses cerrados han podido abrir de nuevo sus puertas, recuperando poco a poco su clientela habitual y todo el dinero perdido desde el comienzo del estado de alarma.
Como consecuencia de esta ligera recuperación en la economía, la confianza del consumidor ha aumentado un 7,8% en comparación a los meses anteriores, tan complicados para todos a causa de la pandemia.
No obstante, a pesar de las complicaciones dadas por la crisis del Covid-19, durante el mes de mayo, la confianza del consumidor experimentó una ligera subida a causa del 12,3% que se dió en el indicador de expectativas. Esto supone un total de 90,5 puntos, además de un incremento de 3,3 puntos de valoración de la situación actual que hace un total de 30,9 puntos.
Los datos de Junio
Las cifras de junio respecto a la confianza del consumidor, aunque mejores, siguen compartiendo varias similitudes con las obtenidas durante el año 2013. Las cifras referidas a la situación actual se corresponden de forma casi exacta con las de 2012 o incluso con las que se dieron a finales de 2008, siendo de las cifras más bajas dadas hasta ahora.
Además, es importante destacar que desde el mes de febrero, el índice de confianza del consumidor ha caído hasta un 29,2%, así como el índice de situación actual ha caído todavía de una manera mucho más estrepitosa con un 59,3%, y finalmente un descenso mucho menos acentuado respecto al índice de expectativas, con una pequeña bajada del 5,1%.
Sea como fuere, actualmente nos encontramos ante dos meses seguidos de cifras positivas, por lo que sí que parece verse cierta recuperación en comparación a los meses anteriores, en los que marzo destacó como el mes en el que peores cifras se dieron, con una caída de 22,4 puntos en la confianza de los usuarios. Se trata, por tanto, del mayor recorte mensual de la serie histórica durante la pandemia por coronavirus.
En este crecimiento respecto a la mejora de la valoración de la situación en la que nos encontramos a día de hoy, intervienen varios factores. El primero de ellos, es el aumento de 1,6 puntos en la valoración de la situación económica actual, seguido por las valoraciones del mercado de trabajo, que han aumentado en un 2,6%, y finalmente la valoración de los hogares, con el mayor de los aumentos, de 5,8 puntos.
Claramente, aun a sabiendas de que son buenas cifras y que se aprecia cierta recuperación, como ya hemos mencionado anteriormente, todavía estamos ante valoraciones bastante pésimas en comparación a las dadas en años anteriores.
Los expertos aseguran que, en términos anuales, nos encontramos ante una evolución bastante negativa, puesto que hay que tener en cuenta que las expectativas respecto a la situación económica del país han caído 25 puntos.