En momentos en los que se necesita liquidez rápidamente, las tarjetas de crédito de fácil aprobación pueden resultar una buena alternativa. Este tipo de tarjetas de crédito no se diferencian prácticamente en nada de las tradicionales, solo que se emiten de una forma más rápida y sin necesidad de pasar por una entidad bancaria.
Diferencias entre las tarjetas de crédito y los préstamos rápidos
A la hora se solicitar liquidez, es común plantearse si es mejor optar por una tarjeta de crédito de fácil aprobación o por un préstamo rápido. Cada una de las alternativas presenta sus propias características, por lo que es importante evaluar previamente cuáles son las condiciones que se ajustan mejor a nuestras necesidades personales.
La mayor diferencia es que la Tarjeta de Crédito puedes gastar el dinero que necesites en cada momento con una línea abierta siempre mayor que cualquier microcrédito.
En cuanto a los intereses de la deuda contraída, los dos productos presentan cantidades diferentes. Así, aunque varían en función de cada contracto, los intereses de los préstamos rápidos oscilan entre el 21 y 28% de la cantidad solicitada, mientras que las tarjetas de crédito de fácil aprobación tienen unos intereses mucho más reducidos.
Con respecto a los tiempos establecidos para la devolución de la deuda contraída, los préstamos rápidos ofrecen unos períodos relativamente cortos, por lo que no siempre resulta fácil conseguir pagar la cantidad solicitada en el plazo acordado. Las tarjetas de crédito de fácil aprobación no presentan, en cambio, plazos tan fijos y estos varían fundamentalmente en función de la entidad que las conceden.
Además, en el caso de los préstamos, es frecuente tener que presentar un mayor número de documentación, mientras que para la obtención de una tarjeta de crédito de fácil aprobación no es necesario cumplir tantos requisitos.
Condiciones para obtener una tarjeta de crédito de fácil aprobación
Aunque se conocen como tarjetas de crédito de fácil aprobación, esto no quiere decir que estas tarjetas se otorguen a todo el mundo ni en todas las circunstancias. Por norma general, estas tarjetas solo son aprobadas cuando la persona que la solicita puede demostrar unos ingresos regulares en el tiempo.
Asimismo, es importante contar con un buen historial crediticio, puesto que dará a la entidad la seguridad de que eres una persona confiable o, por lo menos, un buen pagador. Igualmente, para solicitar una de estas tarjetas será obligatorio ser español o, por lo menos, residir en España. Cuanto la solicites, deberás acreditar tu identidad y tu nacionalidad o lugar de residencia.
Finalmente, otro de los requisitos fundamentales para conseguir una tarjeta de crédito de fácil aprobación es tener más de 18 años. Con todo, los menores de edad que necesiten disponer de una tarjeta de estas características podrán hacerlo siempre que asocien una cuenta bancaria autorizada por uno de los tutores legales. Algunas identidades establecen, no obstante, la edad mínima para solicitar una de estas tarjetas en los 25 años.