Se están llevando a cabo ciertos cambios sobre la declaración de la renta que resultan importantes a tener en cuenta, para realizar la declaración de la manera acertada.
Entre dichos cambios, destaca la gestión fiscal de la tributación de los ERTE, que han sido una de las herramientas más utilizadas por empresas y negocios para no aumentar el número de personas en paro durante la pandemia.
Cambios en la declaración de la renta a causa de la pandemia
Cada vez queda menos tiempo para que dé comienzo la Campaña de la Renta de 2020. Esta, como era de esperar, se va a encontrar altamente influenciada por la situación de pandemia que estamos viviendo desde hace ya más de un año.
Tal y como hemos mencionado, uno de los cambios más significativos a la hora de realizar la declaración de la renta, va a ser la gestión de la tributación de los expedientes de regulación temporal de empleo.
El organismo de la Agencia Tributaria ha informado recientemente de que la nueva campaña tendrá su comienzo el día 7 de abril, fecha en la que se iniciará el plazo para presentar de manera telemática las declaraciones de Renta y Patrimonio 2020. No será hasta el día 6 de mayo cuando se habilite el plazo para realizar la declaración de la renta por teléfono, mientras que el 2 de junio será cuando puedan entregarse las declaraciones de forma presencial en las oficinas pertinentes.
Tanto si se desea entregar la declaración de forma presencial, como realizarse por llamada, va a resultar necesario pedir una cita previa. En caso de preferirse la vía telefónica, el plazo para solicitar cita previa comenzará el 4 de mayo. Si se prefiere acudir a una oficina de manera presencial, debe solicitarse cita previa a partir del 27 de mayo. La fecha límite para acceder a la cita previa es hasta el 29 de junio, puesto que la campaña termina el 30 de ese mismo mes.
El cambio que probablemente destaque más frente al resto de las declaraciones de la renta que se han realizado hasta ahora, es la obligación que tienen los trabajadores que se encuentran en un ERTE de realizar la declaración. Esto se debe a que al límite de 22.000 euros anuales, que proceden únicamente de rendimientos de trabajo, para que un contribuyente no se encuentre en la obligación de declarar, deben provenir de un solo pagador.
El coordinador del Grupo de Expertos en IRPF de la Asociación Española de Asesores Fiscales explica que, como los trabajadores en ERTE han tenido en 2020 dos pagadores, su empresa y la Administración, que es la que abona la prestación, deberán hacer la declaración.
Por su parte, la doctora y profesora de Derecho Fiscal y Gestión Tributaria en ESADE, afirma que la mayoría de ERTE que se han pagado casi no cuentan con retención, porque no llegaban a los mínimos. Para finalizar, advierte de que mucha gente va a tener que pagar entre 800 y 1.000 euros más en esta declaración.