La figura de los agregadores financieros surge en los últimos años a resultas de la modificación de la legislación vigente sobre productos financieros y gestión de datos en el ámbito europeo. Desde entonces, esta herramienta se ha ido incorporando a las principales entidades bancarias.
Se trata de una herramienta que, como veremos, tiene utilidades muy concretas, pero que, sin embargo, tal vez no sea adecuada para todos los perfiles de usuarios.
¿Qué son los agregadores financieros?
Los agregadores financieros son herramientas que suelen tomar la forma de aplicación web o móvil. Permiten que el usuario pueda, en un único entorno, visualizar el conjunto de sus productos financieros (o una parte de sus productos financieros) independientemente de la entidad bancaria en la que están contratados.
De esta manera, por ejemplo, pudiendo visualizar todas las cuentas bancarias independientemente de la entidad en la que estén contratadas, se puede visualizar mejor los saldos generales de las finanzas personales.
Dependiendo del agregador, y de la entidad, la herramienta permite más o menos acciones, y más o menos visualización. Todavía, en nuestro país, algunas entidades no facilitan la visualización de productos de otras, aunque, en las principales si es posible hacerlo.
También, independientemente, se facilitan acciones como realizar transferencias, consultas de saldos, etc.
Qué tener en cuenta antes de avalar: las respuestas en este artículo
¿Merecen la pena los agregadores financieros?
Aunque generalmente se trata de un producto financiero por un diseño sencillo, realmente no se ha desarrollado aún de manera plena por lo que todas las funcionalidades potenciales que puede tener no se encuentran implementadas.
Es probable, de hecho, con el paso del tiempo se va viendo, que a medida que avance en desarrollo, estas herramientas se volverán más intuitivas, y, sobre todo, más eficaces alcanzando todas las entidades financieras o un gran rango de ellas, y todas las acciones posibles que se pueden realizar con los productos.
Mientras tanto, quedan como un modelo tal vez más adecuado para un perfil de usuario acostumbrado a manejar sus finanzas personales de manera amplia y con herramientas tecnológicas. Qué, además, en algunos casos, puedan coincidir con los beneficios que la herramienta proporciona desde el punto de vista de los bancos con los que se conecta, ya que, recordamos, todavía no todas las entidades conectan unas con otras para el acceso y visualización operativas con los productos en sus agregadores.
Por tanto, se trata de una herramienta de futuro, con un gran potencial, que probablemente en no más de una década sea una herramienta común dada la facilidad con la que en la actualidad el usuario contrata productos financieros en diferentes entidades, pero que aún en la actualidad no se encuentra en una fase de desarrollo tan elevada como para ser un producto que alcance a cualquier perfil o que resulte atractivo o interesante para todos los perfiles. Que, recordamos, en general, aún se encuentran en fase de desarrollo de otras herramientas tecnológicas como la banca móvil y los nuevos desarrollos de banca por Internet en general.