Sin duda, las Navidades que se aproximan, van a ser diferentes en buena medida a las del pasado año. No sólo por lo obvio en relación a la pandemia de coronavirus, sino también al aumento de costes y al desabastecimiento que afecta a muchas áreas de consumo.
Todo esto va a conllevar, a pesar de los mensajes de tranquilidad, un entorno en el que es más que probable que veamos un aumento de precio significativo en muchas áreas relacionadas con el periodo vacacional, incluyendo, alimentación, ocio y, por supuesto, productos de consumo con mayor nivel de demanda y menor nivel de abastecimiento.
Si ya habitualmente es importante regular bien el gasto en épocas tan complejas para el bolsillo como la Navidad, este año va a ser especialmente importante.
Vamos a repasar tres cuestiones fundamentales, realmente habituales y que deberían aplicarse en todos los casos, pero que no siempre aplicamos de la misma manera:
Planificar clave fundamental de tus finanzas
La planificación es el elemento fundamental en cualquier economía personal o doméstica. Si hasta ahora no gestionabas tu economía a partir de un presupuesto, este es un momento muy adecuado para comenzar a hacerlo.
La fórmula pasaría por crear un presupuesto base de gastos e ingresos (realista) y, sobre dicho presupuesto, decidir cuál es la cantidad de dinero que realmente te puedes permitir gastar en Navidades como gasto extra.
Esto es algo que no siempre se calcula, y, que suele llevar a un aumento excesivo de gasto, o a la financiación con coste, lo cual no suele ser una buena idea para los siguientes meses, recordemos la famosa cuesta de enero.
Comparar y comprar de manera anticipada
En pleno debate sobre desabastecimiento en determinadas áreas (por ejemplo, la tecnología) en el que ni los expertos se ponen de acuerdo de hasta dónde llegará, es importante hacer algo que siempre deberíamos hacer en relación a nuestras compras: comparar y comprar de manera anticipada.
Si ya se tiene claro el gasto, por ejemplo, en regalos navideños, y también se tienen claros los regalos, es el momento de comenzar a comparar precios y buscar oportunidades para realizar compras anticipadas.
Lo podemos acudir a momentos puntuales como el Black Friday, en el que los precios se rebajan de manera importante (aunque cuidado con los plazos de entrega y desabastecimiento) o a las ofertas puntuales que la mayoría de comercios tanto presenciales como por Internet van realizando previamente al mes de diciembre.
A medida que se acerque el periodo vacacional los precios navideños más sensibles, determinados alimentos, regalos, etc. irán aumentando y las ofertas disminuyendo.
Cuidado con el crédito para las compras
Este es sin duda otro elemento clave a valorar. La tendencia a utilizar herramientas de financiación, por ejemplo, tarjetas de crédito o créditos rápidos, con costes elevados y repercusiones en las finanzas personales durante los siguientes meses no resulta una buena idea para el bolsillo.
En primer lugar, porque suponen un gasto añadido, generalmente por encima del que realmente se puede acometer. Y, en segundo lugar, porque van a influir de manera notable en las finanzas personales de los siguientes meses.