A pesar de que se nos sitúa ante un escenario de crecimiento y mejora de la situación post pandemia, no se puede negar que la combinación de incertidumbre y efectos económicos de los últimos dos años alcanza a prácticamente cualquier economía personal.
En este contexto la anticipación de los efectos de la cuesta de enero puede ser una idea muy interesante para este mes de diciembre.
Tradicionalmente al mes de enero se le atribuye ser uno de los momentos del año de mayores dificultades para las finanzas personales. Esto tiene que ver con dos factores clave: por un lado, el hecho de que diciembre es un mes de gasto por encima de la media, y, por otro lado, con que el cambio de año trae consigo la modificación en muchos contratos, la renovación y revisión de productos como las hipotecas, etc.
En un contexto como este para aquellas economías personales que no se encuentren en el mejor de los momentos, parece interesante plantearse posibilidades para tratar de minimizar el impacto de esta situación. Y el control de gasto en diciembre es sin duda la principal de las herramientas.
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Controlar el gasto en Navidad: factor clave
La inflación interanual en el momento de escribir este artículo se sitúa según el índice adelantado en el 5,4% en el mes de noviembre, con perspectiva de seguir creciendo para diciembre ya que sería el quinto mes consecutivo.
Aunque el crecimiento se ralentice, podríamos estar hablando de un aumento de dos o tres décimas con lo cual nos situaríamos en el entorno de una inflación en el 5,6% o 5,7%. Probablemente una de las más elevadas en los últimos 30 años.
Independientemente de que esto pueda ser coyuntural o no, el efecto sobre nuestros bolsillos es inmediato ya que, lógicamente, los salarios no han subido este casi 6% del aumento de precios.
Sólo por esto ya tendríamos una justificación notable en tratar de ahorrar al menos la diferencia inflacionaria en el mes de diciembre. Pero, si esto le sumamos reducir los costes en relación a minimizar el impacto de la cuesta de enero, todavía el asunto tiene más enjundia.
Cómo controlar el gasto en navidad
No existe una fórmula universal, pero una buena idea es establecer un porcentaje de ahorro respecto a los gastos iniciales previstos, pudiendo tomar como referencia los gastos de años anteriores.
Es cierto que en 2020 no es una buena referencia (realmente tampoco lo es en el cálculo de la inflación) ya que se redujo de manera notable el gasto medio por el ahorro del miedo provocado por la pandemia, así que deberíamos tratar de establecer una media respecto a otros años.
Marcarse un porcentaje de ahorro es una buena idea si somos capaces de aplicarlo. Por ejemplo, supongamos que decidimos ahorrar un 10% respecto a los costes previstos. Debemos enfocar todos nuestros gastos desde la perspectiva de reducir un 10% y transformar ese ahorro en algo material, es decir, por ejemplo, destinarlo a una cuenta de ahorro o similar con el fin de poder paliar los efectos del aumento de costes que previsiblemente tendremos en enero.