Desde prácticamente su nacimiento, los activos digitales han sido una forma de inversión altamente especulativa en la que, de un año para otro, siempre se habla de la esperanza de la ruptura de los techos de inversión.
Es cierto que, en 2021, con Bitcoin superando la barrera de los 60.000$ parecía que estábamos ante el año definitivo en este sentido. Sin embargo, esto no ha sido así y la calidad de valor notable que la principal criptomoneda del mercado tuvo, arrastró al conjunto de todas las demás.
Esto nos da una medida de la volatilidad de estos activos lo cual, nos hace preguntarnos cómo se comportarán en 2022.
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La volatilidad de las criptomonedas
Aquí es donde debemos deshacer la primera confusión. Es cierto que hemos visto el valor medio de las criptomonedas subir y bajar de manera contundente en los últimos meses. Pero, no es menos cierto, que esto no afecta del mismo modo a todo el mercado de criptomonedas.
Hay que tener en cuenta que la actualidad estamos cada vez más cerca de las 4500 criptomonedas. Las hay de todo tipo, para todos los usos, y auténticos memes cuando no algunos fraudes encubiertos.
Esto se traduce en que es un mercado complejo, que, aunque se mueve al ritmo que Bitcoin marca, no lo hace de manera uniforme. Un caso claro de esto lo tenemos en Ethereum. La que se considera a todos los efectos la segunda criptomoneda, está comenzando a tener una vida propia, no ajena los movimientos de Bitcoin, pero cada vez más influida por su propio proceso y desarrollo.
Por tanto, visualizar el mercado de criptomonedas como un todo en el que los activos para replicar el funcionamiento de Bitcoin es un error grave que comete mucho inversor novato.
¿Quién debe invertir en criptomonedas?
El bombardeo mediático que estamos recibiendo sobre las criptomonedas como la auténtica piedra filosofal de la inversión ha llevado a muchos pequeños minoristas o mercado que desconocen, y que, a la vez, es probablemente el más volátil que existe en la actualidad.
Obviamente cualquiera puede invertir en criptomonedas. Dicho esto, la inversión en criptomonedas, salvo como elemento complementario o marginal en una cartera de inversión, sólo debe realizarse por personas con conocimiento del entorno, de lo que supone la inversión en activos digitales, y, sobre todo, con una amplia capacidad de asumir riesgo sin entrar en pánico.
Las escenas de pequeños inversores pegados a las pantallas de sus ordenadores para hacer operaciones intradía sobre criptomonedas son cada vez más frecuentes. Esto se traduce, a la vez, en una legión de pequeños inversores que tienen dinero. Algo que está en la base del riesgo de la inversión en estos activos.
¿2022 será un buen año para las criptomonedas?
No hay un momento óptimo (en cuanto a fecha) para comenzar a operar sobre criptomonedas.
Habrá quien afirme que lo ideal es entrar en un entorno bajista, pero dada la volatilidad de un activo, podemos entrar en un entorno bajista que aún se convierte en más bajista con lo cual, si no tenemos capacidad de soportar el riesgo, acabaremos entrando en pánico y saliendo de la operación.
En definitiva, las criptomonedas son una opción muy valorable para invertir, especialmente para quien tiene cierta experiencia, y, quien desea comenzar a operar con ellas, debe hacerlo con calma, con pequeñas cantidades, y sobre todo con dinero que pueda mover al ritmo del mercado, procurando no entrar en pánico con los movimientos negativos de un mercado tan volátil.