McDonald’s ha cerrado todos sus locales y deja el país. Asimismo, ha asegurado que no tiene intención de volver.
La crisis que acosa al país obliga a la cadena de restaurantes a retirar su inversión. Con su final, también se han esfumado las expectativas de las grandes multinacionales que desembarcaron en el país cuando tenía una de las mayores tasas de renta per cápita del mundo.
La salida de la cadena de restaurantes más poderosa del mundo, hace que Islandia junto a Albania, Armenia y Bosnia-Herzegovina formen parte del grupo de países europeos que no cuentan con locales de Ronald McDonald.
La decisión de cierre se da en consecuencia al «clima económico altamente cambiante» y a la «complejidad única operativa» que presenta actuar en una isla con apenas 300.000 personas al límite del Círculo Polar Ártico.
McDonald’s no tiene compensación en pagar los elevados aranceles que Islandia ha impuesto a sus exportaciones, ya que trae la carne y el resto de productos desde Alemania, para venderlas después en coronas islandesas, divisa que se ha depreciado con fuerza desde que estalló la crisis.