Uno de los mejores ejemplos de adaptación de una industria tras el colapso de buena parte de sus activos es lo que está ocurriendo desde hace un tiempo alrededor de la Acuicultura Ornamental. Se trata de un segmento en crecimiento que el pasado año concluyó con unos número más que respetables a pesar de encontrarse aún en sus primeros pasos como industria global.
De acuerdo a los informes de la FAO la caída o bajada de la producción pesquera a nivel global y la búsqueda de nuevas opciones se encuentran en el origen de este crecimiento. A partir de un concepto sostenible la acuicultura ornamental está logrando generar trabajo y recursos económicos en espacios con pocas opciones para el empleo.
Un techo aún por determinar
El potencial de crecimiento es enorme. Año a año aumenta el número de especie criadas con éxito y mejoran las condiciones generales a todos los niveles, generando una industria con un gran potencial aún por desarrollar.
Sin embargo y precisamente por su estado aún inicial, la Acuicultura Ornamental se enfrenta también a retos importantes como las cuestiones ambientales y la mejora de las medidas encaminadas a la sostenibilidad de los recursos acuáticos.
El volumen de exportación e importación crece a ritmo de gigante con dos focos muy importantes en EEUU y Australia, máximos importadores y exportadores (el pasado año Australia exportó solo a EEUU más de dos millones de peces ornamentales.
Un encuentro fundamental para el futuro
Este mes de junio se celebrara en Adelaida un Encuentro Mundial de Acuicultura. Un evento sin duda esperado que se va a convertir en referente no solo por lo relativo a cuestiones técnicas y avances, sino porque ha servidocomo marco para comenzar a desarrollar un plan de futuro para esta industria al alza.
