Los españoles continúan con su estilo particularmente conservador a la hora de exponer su dinero. Muy por el contrario de la inmensidad de productos financieros que se ofrecen, las familias prefieren la liquidez, por sobre los réditos.
Según datos del Banco de España, el 39% del ahorro de las familias (269.553 millones de euros), permanecía depositado al cierre del ejercicio 2008 en cuentas a la vista. Esto quiere decir que el perfil del español medio es favorable a los productos que no ofrecen remuneración o que no abonan intereses significativos.
¿Cuáles son las razones para semejante elección?
La respuesta es simple, y no tiene que relación con la crisis financiera o con la inestabilidad del momento. El perfil financiero de las familias es conservador, con cierta preferencia por la disponibilidad de su dinero, y la desconfianza por los productos con remuneraciones altas, pero que en la letra pequeña castigan el rescate anticipado.
Si bien el panorama continúa con esta tendencia, en el último año ha comenzado a descender eses porcentual en 6 puntos, pasando del 45% del ahorro al 39%, tal vez, seducidos por la necesidad de conceguir algún rédito para sus euros.
Para analizar las diferencias de mantener el ahorro estancado o invertirlo en un producto financiero que genera intereses, en diciembre, el tipo medio para los depósitos a plazo era del 4,41%. Para plazos de hasta dos años, 4,60%, mientras que para depósitos superioeres a los 24 meses un 2,94%, mientras que las cuentas a la vista lo hacían al 0,69%.
Si queremos entender la mentalidad de como se conforma el ahorro de las familias españolas en 2008, esta cifra se ubicaba en los 680.738 millones de euros, un 12,16% respecto a los 606.900 millones de euros de 2007. De este total, el 60,4%, permanecía en depósitos a plazo (411.185 millones de euros).
Dentro de esta categoría, el 88% de las imposiciones (363.858 millones de euros), estaban a un plazo inferior a dos años, mientras que 47.328 millones se encontraban a más de dos años.