La tasa de ahorro ha vuelto a aumentar en el segundo trimestre alcanzando el 24,3% de la renta disponible en los hogares españoles. El nivel más alto desde que arrancó esta estadística en 2002.
Este aumento viene de la mano de un efecto negativo, ya que sube porque se recorta el gasto en consumo. Asimismo, bajo las perspectivas de que la situación empeorará a corto plazo y de que el desempleo seguirá creciendo, la recuperación del consumo se ha interrumpido.
Concretamente, el gasto en consumo final de las familias se ha reducido un 8,6% en el periodo. Con esto, el valor total de ahorro se ha situado en 46.351 millones de euros.
Si tomamos por conjunto a la renta disponible de los hogares e instituciones sin fines de lucro, ésta ha ascendido a 190.226 millones de euros, un avance del 4,3%.
Siempre debemos mirar las dos caras de la moneda, este aumento es una consecuencia de algo más grande, y no es algo que deba alegrarnos. La baja del consumo sólo alimentará el ciclo de depresión.
