Las tarjetas revolving son, sin duda alguna, el plástico que más ha dado qué hablar en los últimos meses, y no precisamente para bien. Actualmente, son miles los usuarios que han presentado quejas respecto al complicado funcionamiento de las mismas, y el propio Tribunal Supremo las calificó de usura en el juicio celebrado a principios de marzo.
Por todas estas razones, el Banco de España se ha propuesto realizar un análisis exhaustivo respecto al proceso de comercialización que han llevado a cabo las entidades sobre el crédito, cuyo uso se dispara generalmente en los meses de verano.
Motivos de las advertencias del Banco de España
Este análisis se ha dado por finalizado con la conclusión de que resulta necesario y urgente enviar requerimientos, así como recomendaciones, hasta a 24 firmas financieras diferentes distribuidas por todo el país.
Por el momento, se trata solamente de una advertencia, ya que no va a tener consecuencias legales ni económicas, para un sector que ya se encuentra en el punto de mira desde hace unos cuantos años. Y es que por medio del análisis realizado por el Banco de España, se ha descubierto que 24 de las 26 entidades que más actividad económica tienen en el mercado, no cumplen con la normativa de transparencia respecto a las tarjetas revolving.
La finalidad del análisis y los escritos de advertencia que ha puesto en marcha el Banco de España, no es otra que poner remedio al mal funcionamiento de estos plásticos, para mejorar la situación de muchos usuarios que se sienten engañados, y para evitar que una situación semejante se vuelva a dar.
Las tarjetas revolving son realmente sencillas de conseguir, puesto que para hacernos con una lo que tenemos que hacer es acudir a los comercios encargados de su venta, en el que no se pondrá casi ninguna pega para conseguirlas, y se nos ofrecerán como una cómoda y beneficiosa alternativa al pago de crédito de determinadas compras.
De hecho, en muchas ocasiones ni siquiera se explica detalladamente al usuario las consecuencias que puede tener hacer uso de estas tarjetas, y es ahí donde se carece de la transparencia necesaria para poder vender estas tarjetas, y que tantas molestias están causando a los usuarios.
Además, no solamente se pide a las entidades que sean transparentes con la información que facilitan a los usuarios, sino que se pide a estos mismos que tomen las decisiones sabiendo que disponen de absolutamente toda la información necesaria para hacerlo, y que si no se dispone de ella, no se lleve a cabo la operación, sea del tipo que sea.
Como mencionamos al principio, durante el mes de marzo el Tribunal Supremo calificaba de usura los intereses que se cobraban a los usuarios sobre el uso de estas tarjetas, que no se habían explicado detenidamente a los usuarios para que pudieran ser conscientes de las consecuencias reales que tendrían que asumir. En concreto, el Supremo sentenciaba a Wizink Bank por haber cobrado unos intereses demasiado elevados al precio que se considera lógico.
La nueva orden ministerial que pondrá remedio a todas estas cuestiones no comenzará a entrar en vigor hasta el 2 de enero de 2021.