Entre las diferentes propuestas dirigidas a ayudar a Grecia alguna de ellas van en contra del sentido común, de los ciudadanos en general y otras ya han sido implementadas en otros países.
Se viene hablando de las diferentes fórmulas para abordar la reestructuración de la deuda griega algo que genera incertidumbre en los mercados y demás países de la zona euro.
Aún los acreedores de la deuda griega esperan propuestas y aceptarlas sin que se les recorte. Para ello el FMI y la UE están en pleno trabajo de ver soluciones sin generar descontentos y que sea sumamente viable.
Una de las que se maneja es los bonos Brady en Grecia o mejor dicho el Plan Brady, fórmula bien conocida en los años 80 en países de América Latina. Alguien que puede dar su opinión fundamentada es Jean Claude Trichet, el presidente del BCE, que por ese años ocupaba el cargo de presidente del Club de París, un reconocido foro informal en el que los deudores negocian con los países acreedores el cobro.
Este Plan de los bonos Brady ayudó a renegociar la deuda de trece países emergentes, y en su mayoría de Latinoamérica junto con Polonia y Filipinas.
Se lanzaron diferentes bonos los que podían ser canjeados, mediante un acuerdo con acreedores, por los bonos soberanos. A la vez la nueva deuda contaba con diferentes descuento y, se encontraba parcialmente garantizada por el Gobierno de EE.UU.
Los inversores podían tomar bonos a la par, el nominal se mantenía aunque en contrapartida su tipo de interés se encontraba por debajo del mercado.
Otra posibilidad eran descuentos sobre el nominal de los bonos, por lo que el país acreedor se alivianaba del coste financiero, o en la deuda. Mientras que, los inversores obtenían garantías y bonos líquidos los que podían desprender en el mercado, también existía la posibilidad de recuperación a partir de la evolución de la balanza comercial o exportaciones de petróleo.
Otra de las características del Plan Brady, era que los acreedores podían optar entre varias fórmulas para canjear dependiendo de la normativa.
Actualmente como sucede con otros países, Grecia unos 60.000 millones de deuda pública se encuentran en poder de países de Europa.
Que fórmula será la mejor para la deuda de Grecia, dependerá de los daños propios y los colaterales y de los intereses propios de Grecia y los ajenos al país pero si de los demás Estados miembros y del FMI.
Imagen: casinodeorientacion