Según estudios de Fitch, Brasil ha crecido a pasos gigantes durante los últimos años y es capaz de superar la crisis y captar inversiones extranjeras. Cosa que aún no logra, su “competidor en el sentido de crecimiento”, México.
En cuanto al país carioca, las cuentas públicas están mejorando a un ritmo más rápido que el esperado y se vive un mejor momento económico.
No obstante ello, México posee una calificación crediticia mejor (BBB frente a BBB-). Esto se debe a que la economía mexicana es menos volátil y el endeudamiento menor. Por otra parte, su estructura demuestra mayor firmeza y fortaleza. En cifras, la tasa de desempleo mexicana es del 5,8%, frente el 7,2% de Brasil.
Según datos del Banco Mundial, Brasil ha alcanzado la posición número 1 de las economías latinoamericanas. Dejando atrás a Argentina y a México. Cabe mencionar que, el país presidido por Lula ocupa la posición octava en el mundo.
El PIB brasilero se contrajo sólo un 0,4% el año pasado, frente a la caída aproximada del 6% de la economía mexicana. Asimismo, se ha reducido el número de pobres en 20 millones.
Por su parte, los especialistas esperan una tasa de crecimiento del 5,5% para Brasil, y un 4% para México. En cuanto a términos inflacionarios a consecuencia del crecimiento se lo ve mejor preparado a Brasil. Sin embargo, es menester recordar que, Brasil tiene un gasto público creciente, ineficiente y rígido.
Una de las causas de la ralentización mexicana radica en la excesiva dependencia de Estados Unidos. Además, México ha sido afectado fuertemente por la recesión global, debido a su gran apertura económica mundial. En cuanto al estudio realizado por Fitch, se resalta que Brasil verá con creces el consumo privado en 2010, paralelo a la mejora del mercado laboral.
Finalmente, la inversión privada y externa crecerá también en el país sudamericano, y las arcas públicas podrán reducir su financiación mediante impuestos.