Cada vez usamos menos el dinero en efectivo

La crisis económica y sanitaria por la pandemia de Covid-19 también ha afectado a la manera en que realizamos nuestros pagos. Las tarjetas han adquirido gran importancia, ya que es una manera de pagar que no nos pone en contacto directo con otras personas, como ocurre cuando tenemos que pagar en efectivo. Además, es un método de pago realmente cómodo y rápido, algo que los usuarios valoran positivamente.

 DINERO EN EFECTIVO

La pandemia de coronavirus ha traído consigo multitud de consecuencias negativas para nuestro país, así como para el resto del mundo, y eso es innegable. Pero no podemos dejar de lado que toda esta situación ha ayudado a los ciudadanos a ser altamente conscientes de la importancia que tienen sus ingresos, y lo necesario que resulta llevar a cabo un buen método de ahorro.

Cada vez menos uso de dinero en efectivo

Otra de las partes positivas que podemos sacar de un momento tan extremadamente difícil como este, es que las tarjetas han adquirido un alto nivel de popularidad durante la pandemia. Esto se debe a que numerosos estudios afirmaron que el dinero en efectivo podía ser una fuente de contagios.

Por lo tanto, lo más conveniente era dejar de lado las monedas y los billetes para utilizar las tarjetas, ya que con ellas no era necesario intercambiar nada con la persona que nos vende un producto, y resultan tremendamente sencillas de desinfectar sin correr el riesgo de que se rompan o se deterioren.

A causa de este aviso, los usuarios comenzaron a realizar sus compras vía online haciendo uso de sus plásticos, así como también pagando de manera física con ellos. Las cifras lo demuestran: durante el pasado mes de junio, la retirada de efectivo de los cajeros disminuyó entre un 15 y un 20% en comparación con el mismo mes del año anterior.

Los expertos aseguran que, aunque todavía queda mucho camino para que veamos desaparecer el dinero en efectivo, la situación de pandemia en el país ha favorecido al incremento del uso de las tarjetas por encima de cualquier otro método de pago convencional.

Dejando a un lado el fuerte parón de actividad económica sufrido durante el confinamiento, debemos tener claro que la digitalización en los servicios financieros está comiendo una gran parte del terreno a los métodos de pago convencionales. De todas maneras, las entidades bancarias tuvieron que ingeniárselas para hacer frente a los usuarios que más uso de efectivo realizaban durante los meses de estado de alarma, es decir, las personas ancianas. A estas, se les facilitó incluso un adelanto de sus pensiones para evitar aglomeraciones en las sucursales.

Los expertos tienen claro que los pagos con tarjeta son un avance importante, ya que permiten liberar a personas de realizar tareas tediosas para que se centren en la gestión y el asesoramiento de sus clientes. La tecnología es una palanca, pero lo verdaderamente  importante es la gente y el tipo de transformación cultural que experimenten. 

Además, teniendo en cuenta que la pandemia todavía se mantiene, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, lo lógico es pensar que los métodos de pago por medio de la tecnología contactless van a continuar ganando fama y prestigio a lo largo de los meses, dejando al método de pago tradicional en un segundo plano.