Los problemas de riesgo crediticio parece que corrieron rápido a través del Atlántico y arribaron al gigante económico mundial, Estados Unidos. Así, ya se empieza a ver la primera veta de la existencia de importantes recortes de 1,5 billones de dólares, en un país donde se ha asegurado que hay otros 200.000 millones extra que republicanos y demócratas aún están negociando.
De esta manera, se da un gran paso, aunque político todavía, sobre la ampliación del techo de deuda estadounidense. Recordamos que este tema viene ya desde hace una semana mediante una negociación encallada. Lo que sucede, principalmente, es que tenemos a los dos bandos enfrentados. Por un lado los republicanos que desean aumentar el techo de gasto, mientras que los demócratas piden más recortes. En cuanto a esto último, aún no se ponen de acuerdo de cuánto más debe recortar. Sí, así es, Estados Unidos cae en las garras de los ajustes financieros para salvarse.
Al parecer, se estima que Obama se encuentre viendo la posibilidad de convocar una reunión extraordinaria con los líderes del Congreso en Camp David este fin de semana para poder concluir un acuerdo sobre el techo de deuda.
Lo que se busca es salvar realmente a Estados Unidos de caer en ‘default’. Así como lo lee, es la realidad. Al igual que Grecia, Portugal, Islandia y tantos otros, la amenaza que las agencias de calificación crediticia tienen está muy presente. Destacamos que en estos días Moody’s puso en perspectiva para una posible rebaja la triple A del país.
¿Cuándo sabremos si el gigante cae? el 2 de agosto será el plazo límite para que el país eleve su techo de deuda.
Sin embargo el alerta está latente: Moody’s amenazó con rebajar la triple A del país si no se llega a ese pacto en 15 días. Pero como siempre, esta compañía no está sola, dado que Standard & Poor’s ha hecho lo mismo fijando el mismo plazo. En concreto, rebajarán la calificación si el Tesoro estadounidense se ve obligado a priorizar los pagos. Donde hay dos, siempre hay tres… dado que esperamos a que prontamente Fitch sea la siguiente en completar los mensajes.
Aunque a pocos nos guste, el rating guía las decisiones de los inversores. Claramente, hasta que no exista otro parámetro, las agencias de calificación pueden hundir a piacere a Estados Unidos.
Destacamos que la nota referencial a 10 años bajó 10/32 en precio para un rendimiento de 2.92%, desde 2.88%, justo antes de que Moody’s anunciara que colocó la nota de Estados Unidos en revisión. Asimismo, en cuanto al bono a 30 años, este bajaba 18/32 en precio para un rendimiento de 4.21%.
Por suerte, para el país norteamericano, sus cifras económicas publicadas se ubicaron mayormente en línea con las expectativas y no tuvieron gran impacto en el mercado. Este fue el único punto bueno de la semana, aunque no esperamos que le sea beneficioso todo este lobby armado por las agencias de calificación.