Pánico, pesimismo, desastre, locura, malos augurios. Palabras que ilustran la peor sesión de la historia del IBEX, que sufrió un derrumbe de 7,54%, hasta los 12.625,8 puntos, al igual que las demás bolsas europeas que se contagiaron en la peor de las jornadas.
Esto marca a las claras la situación bursátil mundial, que cuando un estornuda, resfría al resto. Y para tomar dimensión de lo ocurrido, debemos retomar hasta octubre de 1998, cuando el principal índice de la bolsa española se dejó un 7,076% (existe una caída aún mayor de 8,49%, en agosto de 1991, cuando el Ibex aún no había sido creado).
La nefasta jornada había comenzado en los mercados asiáticos debido a la escasa confianza de los inversores en el plan del Gobierno Bush para reactivar la maltrecha economía estadounidense.
Reacción en cadena
Para entender esta delicada situación debemos analizar que las reacciones en cadena son producto de este mercado globalizado que ha pillado a todos. Al Ibex se le sumó el Euro Stoxx, el Dax germano, el Cac francés, el Ftse londinense, el Mib, el Aex holandés. Hasta el euro perdió posiciones.
Pudo haber sido peor
A esta debacle bursátil mundial, podría haberse acoplado la tan particular Wall Street, sin embargo, ha permanecido cerrado por la celebración del día de Martin Luther King.
Mientras la crisis parece desbordar el vaso, otros, como el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, afirmo que «no hay que exagerar». Ahora, es cuestión de esperar que nos depara una nueva jornada.