No es infrecuente que tendamos a confundir términos que dependiendo de la lectura pueden aparecer como positivos o muy negativos. Esto es algo fácilmente aplicable a la labia. Al margen de lo que pensemos cada uno sobre cómo tener labia, lo cierto es que no todas las personas valoran igual esta cualidad.
Dentro de esas dudas sobre lo positivo de la labia se esconde una verdad: la frontera entre la labia y la charlatanería es muy frágil y difusa.
Labia y habilidades de comunicación
Si tomamos como referencia el significado de la palabra resulta que deberíamos apreciar la labia como un instrumento de comunicación útil, ya que se considera que tiene labia quien es capaz de exponer sus ideas con convicción y motivar empatía por parte de su interlocutor.
Es decir, una persona con labia es aquella que sabe cómo exponer un tema determinado a los demás y hacerlo de manera amena, de comprensión simple y que resulte atractivo tanto por la exposición como por quien lo expone.
Cuando la labia se vuelve charlatanería
En contrapartida el charlatán suele ser una persona que maneja discursos amplios en lo verbal pero vacíos de contenido. Se podría decir que mientras la persona con labia busca convencer el charlatán busca imponer…efectivamente son fronteras difusas y que tienen que ver más con la actitud personal de cada uno que con otra cosa.
Estas serían algunas de las claves que pueden diferenciar a la persona con labia del charlatán:
- La persona con labia busca convencer, el charlatán necesita imponer
- La persona con labia maneja información sobre lo que habla, el charlatán no necesariamente
- La persona con labia deja participar a sus interlocutores y les hace parte de la charla, el charlatán necesita aturullar al interlocutor y si es posible que no participe
- La persona con labia no exhibe su habilidad constantemente, el charlatán lo es a tiempo completo
Son cuestiones muy genéricas, es cierto, realmente toda persona con labia tiene un poquito de charlatán a la hora de no asustarle el uso de la conversación para obtener sus fines, sin embargo, aplicado al mundo de las finanzas, la labia puede ser un instrumento útil mientras que la charlatanería tiene muy poco recorrido.