Una tarea que nunca es sencilla, y que en épocas de crisis, paro o inflación se dificulta mucho más, es la de ahorrar dinero.
Durante todo el año se nos hace difícil ahorrar y mucho más si la época no es amena, por factores propios o bien por tendencias inflacionarias, que deterioran nuestro poder adquisitivo. Asimismo, si sumamos la época de fiestas, la cosa está peor… Sumamos la comida, el pan dulce, las bebidas, la carne, entre otras cosas, y nuestro salario desaparece.
Ahora bien, en países como España, donde se prevé una “inflación” cercana al 1%, parece ser que no tiene que ser difícil ahorrar aunque exista esta tasa de inflación que, si comparamos con países en vías de desarrollo, no sería inflación. Dado que en Argentina por ejemplo, se han alcanzado tasas del 30% anuales, aunque su instituto de estadísticas mencione que no superan el 15%.
En este tipo de procesos, que claramente puede afectar a muchos países y tampoco es necesaria tanta inflación para que se nos complique el tema a la hora de ahorrar, existen para estos casos, varios productos financieros que pueden ayudarnos:
- Depósitos a Plazo: con una tasa fija normalmente, buscan conservar el valor de nuestra moneda y poder adquisitivo, pero no esperemos hacer dinero con ello. Es una buena herramienta para ahorrar en casos de inflación baja, sino es un certificado de pérdida.
- Títulos: los documentos y títulos públicos son una opción un poco más sofisticada. Su rendimiento varía según el momento de emisión, y por eso le recomendamos estar atento a los calendarios de emisión de letras y bonos del Estado.
- Fideicomisos: herramientas de financiación que utilizan las empresas para poder negociar créditos y adelantar dinero. Su rendimiento es mayor, aunque su riesgo lo acompaña, pero normalmente están por encima de la inflación por amplio margen.
- Dólares: con esta moneda si bien no se le gana a la inflación, conserva su valor.
- Cuotas: una de las mejores cosas para hacer, realmente, en épocas de inflación es no ahorrar tanto y aprovechas a endeudarse (créditos sin indexación por subida de precios). A más cantidad de cuotas, menos me va a costar pagar, en términos de poder adquisitivo, pagar las últimas cuotas.
Por otra parte, muchos tienen claro que un inmueble es un depósito de ahorro que siempre va a ser garantido. A lo que voy es que, normalmente las viviendas mantienen su precio, y si vemos la evolución a lo largo del tiempo, se encarecen. El problema surge en que uno nunca sabe si el precio que está pagando es el real o el sobrevalorado, como ocurría en 2008.
Por último, recordamos que hay una salida en ahorro a través de la inversión agresiva por medio de la compra de acciones. Donde se buscará obtener alta rentabilidad, pero si usted sólo quiere ahorrar y está dispuesto a inmovilizar su dinero unos años, es la mejor opción. El riesgo se disipa con el tiempo, a mayor plazo de colocación en acciones, menor riesgo va a tener, y la rentabilidad estará dotada de todas las variaciones intermedias ocurridas.
Finalizando esta edición, quería dar un par de consejos para comprar en épocas de inflación y además ahorrar:
- Comprar con beneficios: utilizar siempre las tarjetas que tengan descuentos, nunca compre por el precio de lista. Existen miles de sitios con descuentos y que no implican adquirir nada previamente.
- Compras colectivas: en ciertas ocasiones hay compras que pueden realizarse de a muchos y en cantidades. El material educativo, alimentos y bebidas, se pueden realizar en mayoristas o mercados centrales; compartiendo con algún vecino, por ejemplo.
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