Una cuestión que nunca es simple, es la de imaginarse lo que será de nosotros y nuestros empleos en los años que se vienen. Pero, con los avances actuales, cada vez es una tarea menos compleja.
Es decir que, si bien no podremos dar con precisión cómo será el mundo dentro de 25 años, es muy probable que la mayoría de las cosas que tienen más de 25 años entre nosotros seguirán aquí.
En este sentido, en unos cuantos años aún habrá:
- Bicicletas
- Camas
- Automóviles
- Abogados
- Médicos
- Políticos
- Masajistas
- Estrellas del deporte
Sin embargo es casi imposible saber qué pasará con las TV de plasma, los coches híbridos, los ‘twitteros‘ y los diseñadores de Apps para tabletas electrónicas, entre otras cuestiones novedosas y que pueden pasar a una vida efímera.
Pero lo importante para nosotros es, saber cómo será el trabajo del futuro, el cual se califica como más flexible e inestable. En este sentido, aumentaría la cantidad de trabajadores que laboren en horarios nocturnos y durante los fines de semana. ¿Oficinas? será un concepto olvidado físicamente, sino que ahora tendremos las virtuales. Manejo y dominio de idiomas, sumado al tecnológico serán las herramientas clave.
Ahora vendrán los que digan, para esto falta mucho tiempo… Pues nada, quien les escribe está sentado a 10.000 kilómetros de distancia, tiene una cultura de apenas 200 años y ve como cada día más personas trabajan a su par.
El fin del reloj: trabajar cuanto sea y descansar cuando se pueda. Eso es lo que nos espera, pero para no caer en este salvajismo laboral, deberíamos regular el outsourcing; proteger los derechos de las mujeres que trabajan; prohibir el hostigamiento y el acoso sexual; prever el pago por medios electrónicos y considerar el trabajo doméstico.
¿Y que pasará con las profesiones que requieren trato personal como la medicina? Bien, aquí se complica el aislamiento social, pero actualmente ya existen nuevas tecnologías, los cirujanos trabajarán con órganos producidos mediante la biotecnología y la robótica.
Y el estudio será uno de los más afectados. En las escuelas la tecnología hace furor, pero se podrían acabar los establecimientos reemplazados por la educación a distancia, que ya se emplea en algunas universidades.
Esto es lo que nos espera: aislados y alienados… Lamentable, pero podemos cambiarlo si nos lo proponemos.
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