Se trata de una de las actividades más importantes que hay que llevar a cabo en un negocio, puesto que llevar “las cuentas” de manera adecuada, significa el poder cumplir con todos los compromisos adquiridos previamente y sobre todo, hacer que sea un negocio de futuro y con sostenibilidad.
En el momento que se regenta un negocio, una de las acciones de mayor importancia que hay que tener “al día” sin duda son las gestiones financieras. Lo cierto es que son la base del buen devenir de una empresa y, por este motivo, siempre deben estar bien controladas por expertos en la materia que sepan en todo momento, qué movimientos hay que llevar a cabo para que la actividad sea legal y no se tengan problemas en el futuro.
Aunque en la mayoría de entidades cuentan con profesionales especializados en ello, en el caso de tener dudas y no querer enfrentarse con Hacienda, se puede llamar por teléfono, a través del número que se puede encontrar en telefonodirecto.es. En este portal web incluyen la información sobre este número, principalmente para utilizarlo para resolver dudas o pedir citas previas, entre otras cosas.
A pesar de que este teléfono es una gran vía para poder dar respuesta a las cuestiones que vayan surgiendo, no hay que olvidar que las finanzas de las empresas son la base de todo, por este motivo, se pueden llevar a cabo algunas pautas para no tener problema alguno.
Herramientas financieras
Para llevar una buena gestión y control de las finanzas de una empresa, las herramientas digitales y tecnológicas que se tienen a mano hoy en día, son bastante buenas. Como las diversas aplicaciones de cálculo, por ejemplo, hasta software especializados.
Supervisión
Para no llevarse ninguna sorpresa por el camino, lo mejor que se puede hacer es supervisar el estado financiero de la entidad de manera periódica, aunque se esté pasando por un momento positivo, nunca hay que bajar la guardia.
Compromiso
Para que el balance financiero de una empresa sea óptimo, los pagos y los cobros deben ir a la par y cumplir con los plazos establecidos. De ahí que sea esencial revisar estos plazos y establecer unos en los que sí se puedan llevar a cabo todas estas acciones sin demoras.
Sin improvisaciones
Las finanzas de una empresa no son un juego, por este motivo es esencial tener una programación previa y llevarlo todo al día, sin improvisar nada. Una decisión que no haya sido meditada y contemplada previamente puede llegar a ser un verdadero problema para el estado financiero de una entidad. Es esencial tener todos los escenarios controlados con anterioridad para asegurarse que, cualquier plan propuesto es viable y con el que se puede cumplir los compromisos empresariales adquiridos.
¿Cuáles son los impuestos que hay que tener en cuenta?
Son muchos los impuestos Agencia Tributaria que hay que tener en cuenta para que las finanzas de una empresa sean totalmente satisfactorias y sin ningún problema.
En este sentido, uno de los más habituales y que no se puede olvidar afrontar su pago es el IVA, o lo que es lo mismo, el Impuesto sobre el Valor Añadido. Generalmente este suele venir acompañado del IRPF, es decir, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, sobre todo si la entidad recae en una persona autónoma, aunque existen otros casos similares. Asimismo, también hay que contemplar el Impuesto sobre Sociedades si la empresa se presenta como Sociedad Anónima, Limitada u otras opciones.
Por otro lado, los Impuestos Especiales tampoco pueden dejarse de lado. En este sentido, habrá que fijarse bien en los impuestos sobre la cerveza, el vino o las bebidas fermentadas. También aquí se incluyen los impuestos sobre los productos intermedios, sobre el alcohol y las bebidas derivadas.
Dentro de este tipo de impuestos se pueden mencionar los propios sobre hidrocarburos, sobre el tabaco o la matriculación. Al igual que hay impuestos específicos para el carbón, electricidad, marcas fiscales o especiales de fabricación, entre otras cosas.
Finalmente hay que hablar también de los Impuestos Medioambientales, tales como del valor de la producción de la energía eléctrica, sobre los residuos radioactivos, gases o petróleo.
Dependiendo del tipo de actividad que desarrolle la empresa y en el sector que ofrezca sus productos o servicios, se deberán atender estos impuestos adicionales.