La deflacion ha desembarcado en el territorio japonés. Según los análisis de precios, ya nos encontramos en el séptimo mes consecutivo donde se registra una caída de estos, que alcanza al 2,6%, por lo cual hay un peligro potencial en esta deflación.
Asimismo, el gobierno confirmó oficialmente esta teoría. Ha declarado que la economía se encuentra en deflación, y ya anticipó que con esta continua caída de precios aparecerán serios problemas para la recuperación ya iniciada.
Esta situación se ha alcanzado en consecuencia de la debilidad de la demanda interna. Por otra parte, se empieza a ver los flagelos de esta situación no favorable para la economía, la reducción de las utilidades de las empresas que, obligan a reducir fuerza de trabajo y, a su vez, desechar nuevas inversiones.
Viejos recuerdos para el país Nipón. La deflación afectó a la economía japonesa desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 1990 hasta el año 2006.
La deflación lleva a la miseria económica. Los salarios han caído 2,0% y los bonos de invierno se redujeron 14,0%. Por su parte, el Nikkei sigue bajando y el yen se ha revaluado un 6,0% lo cual hace menos competitivos los productos nacionales.
La deuda fiscal se estima en 200% del PIB, siendo la más elevada del mundo, y el Banco Central de Japón tiene los tipos al 0,1%.
Un feo panorama para los isleños. Se han agotado todas las salidas fiscales y monetarias, pero aún así, las esperanzas no se deben perder. El problema radica en que los perjudicados siempre son los trabajadores.