En un artículo anterior, nos detenemos en la innegable desaceleración BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que, había pasado, de ofrecernos en algunos de estos países crecimientos de dos dígitos, a no solo crecimientos menores, sino también una serie de dudas, más o menos profundas según el país, sobre la evolución inmediata y a medio plazo de las economías de estos países; algo importante a todos los efectos, pero también desde la perspectiva de las empresas españolas que han invertido en algunos de estos países con profusión.
Y sin el citado artículo nos deteníamos en los casos de Brasil y China, en el presente texto vamos a centrarnos en india y Rusia.
Dentro del recorte de previsiones (estamos ante el país que más ha recortado sus propias previsiones de crecimiento dentro del BRIC) encontramos que Rusia durante el presente año no superará (en previsión) el 2,5%, mientras que para el año que viene la previsión más optimista lo sitúa en el 3,3%.
Hay diversos motivos que fluctúan en los muchos análisis que se realizan sobre el frenazo al crecimiento ruso, sin embargo, un punto de coincidencia tiene que ver con el exceso de dependencia de este país del crudo. Un exceso de dependencia, que, en la actualidad con los problemas en países como Egipto, no ha generado de momento grandes retrocesos en el precio, pero, elementos como el frenazo chino, el nivel de abastecimiento estadounidense, y una futura estabilidad de Oriente Próximo, podrían contribuir a este retroceso del precio del crudo; debemos tener en cuenta aquí que la bolsa camina de la mano del precio del barril, y si tenemos en cuenta también que actualmente no se le concede al crudo una previsión de aumento de precio, el recorrido de la Bolsa no parece ir mucho más allá de lo ya logrado.
Si a lo anterior unimos un momento poco atractivo para las materias primas (auténtico fuerte ruso) ya tenemos un cóctel complejo que puede servir para explicar al menos en parte la situación actual.
El caso de India tal vez sea el más particular de los emergentes que componen el BRIC. Y puede que sea así, porque, en este caso no se acaban de poner de acuerdo a criterios como los analistas y gestores por un lado (o al menos una parte de ellos) y el FMI.
Mientras que hay lecturas que dicen que los desequilibrios que el país presenta, unido a una necesidad prácticamente estructural de inversiones, va a ser un elemento de complicación en las reformas necesarias para garantizar los niveles de crecimiento, el Fondo Monetario Internacional, sigue adjudicando el mayor índice de crecimiento dentro del BRIC a India, situando lo en este año en un crecimiento del PIB por encima del 6%, algo que corrobora el Niftys, que continúa manteniendo niveles parecidos a los de comienzo de año, y presentando potencial de subida, algo que como hemos visto a lo largo de estos artículos, no ocurre con el resto de países BRIC.