Contar con una cuenta bancaria se ha convertido casi en una obligación hoy en día simplemente para afrontar el pago de la mayoría de facturas y para poder cobrar nuestro sueldo. Muchas veces sin ni siquiera saberlo hemos pasado a domiciliar la nómina en el banco donde nos hacen el ingreso.
Es cierto que en estos casos no hay ningún tipo de compromiso de permanencia con la entidad, pero tampoco ningún beneficio.
La mayoría de las cuentas corrientes y de ahorro de los españoles no remuneración alguna (0,1% de media) y sin embargo sí cobran por el mantenimiento (hasta un euro al mes). La crisis del crédito no ha variado en exceso la situación aunque sí ha obligado a as entidades financieras a ‘salir’ de caza en busca de clientes y no hay nada más apetitoso que sus ingresos mensuales para abrir boca. La domiciliación de nómina se ha convertido en una de las prioridades de bancos ante la falta de liquidez en el mercado de crédito.
En esta guerra por el pasivo todo vale para atraer al cliente y domiciliar su nómina. Las ofertas son de lo más variada y en la mayoría de los casos incluyen algún tipo de periodo de permanencia. En el fondo la estrategia es conseguir que el usuario entre y se quede en el banco durante un tiempo. Así, además de probar las bondades de su servicio, se puede tantear sus necesidades crediticias o de inversión e incluso puede que sea él mismo quien se acerque con esas necesidades.
Depósitos de alta remuneración a un mes con rentabilidades de hasta el 11% TAE incluso por periodos más largos (Openbank ofrece el Depósito Premium al 6% TAE) pasan por ser la oferta habitual de bienvenida. En estos casos no siempre es necesario domiciliar la nómina. De todas formas, son sólo la punta de lanza. Bancos y cajas disponen de una batería de productos financieros exclusivos para sus nuevos clientes o aquellos que domicilien su nómina. Las cuentas remuneradas son habituales, pero últimamente están de moda otras que bien devuelven parte de los principales recibos (ING Direct, iBanesto o Banco Pastor).
Pero sin duda lo más recurrente son los regalos. De hecho es difícil encontrar una entidad que en el último año no haya ofrecido ningún tipo de pago en especia por la nómina de sus clientes. Los hay de todo tipo, desde viajes (BBVA y Caixa Geral) hasta aparatos tecnológicos (Banesto, Barclays o Caixa Galcia). Incluso hay quienes pagan en metálico a los que traigan su ‘sueldo’ al banco. Caja Durero ofrece 100 euros y Caja Madrid sortea 30.000 euros diarios entre quienes ya han domiciliado su nómina.
Las campañas de las entidades financieras se están volviendo cada vez más agresivas y la lucha por el robo de clientes, al más puro estilo teleoperadoras, promete ser encarnizada.