Se calcula que los edificios consumen un 41% de la energía de toda la Unión Europea. Y, existiendo opciones para ahorrar dinero y energía, es hora de reducir la huella ambiental y abaratar la factura energética.
Esto ha sido indicado por “La Casa que Ahorra”, en su presentación de esta joven entidad sin ánimo de lucro a los alcaldes y cargos públicos presentes en las jornadas de la V Asamblea de la Red de Ciudades por el Clima.
Básicamente se destacó que es fundamental una mayor conciencia de la sociedad, las empresas y las administraciones sobre la enorme contribución que la edificación sostenible puede realizar para conseguir los objetivos del 20/20/20 de la Unión Europea.
El problema es que se está derrochando energía, y es invisible, y por ello nos cuesta concienciarnos de lo mucho que se escapa a través de muros, tejados, suelo, ventanas, puentes térmicos y filtraciones indeseadas de aire.
Una «casa que ahorra» se basa en los siguientes factores:
- Orientación favorable
- Diseño compacto
- Aislamiento óptimo
- Vidrios de alta eficiencia térmica
- Ventilación adecuada
- Uso de materiales sostenibles
Además de su positivo efecto energético, incrementa el confort acústico de la vivienda sin olvidar la protección pasiva contra incendios.
Asimismo, se debe aprovechar el mantenimiento y rehabilitación para crear ciudades sostenibles. Esta industria, es muy participativa de la economía española, y hay que utilizarla.