La deuda española ha sufrido momentos de tensión en el último mes. El rescate de Irlanda, los problemas de Portugal e incluso la desconfianza en la recuperación española han jugado para que los tipos de interés de los bonos españoles suban y suban.
De hecho, en la última subasta de bonos a tres años realizada a principios de diciembre se ha tenido que abonar un tipo de interés marginal del 3,793%, el más elevado desde Septiembre de 2008, en los peores tiempos de la crisis financiera internacional.
Si bien el Estado Español no tiene problemas en colocar deuda -según palabras del secretario de Hacienda- el tipo de interés que debe pagar en cada subasta para conseguir el éxito es sustancialmente más elevado. Entre la subasta del 7 de Octubre y la del 2 de Diciembre, la diferencia fue de 1,2 puntos porcentuales superior. Y esto, en temas de deuda soberana, es sencillamente muchísimo.
Los altos tipos de interés pagados en las últimas subastas han hecho que el Tesoro decidiera no adjudicar más bonos para no elevar aún más los tipos. Los elevados precios que exige el mercado en la actualidad, tanto para los bonos de largo plazo como para las letras del tesoro, han hecho que el Gobierno reduzca los objetivos de colocación hasta entrado el 2011.
Ahora bien. Sin lugar a dudas, la colocación a 3 años de plazo al 3,797% de los bonos españoles se equipara con los mejores depósitos a largo plazo, siendo incluso de una seguridad superior a lo ofrecido en el mercado bancario. Por esta sencilla razón -los números y la seguridad mandan- hoy en día el Tesoro Publico es una de las mejores opciones de inversión.