Las acciones para tratar de mitigar el efecto del coronavirus en las economías mundiales comienzan a sucederse. El Banco de Inglaterra ha comenzado a tomar medidas de choque, entre ellas un gran recorte en los tipos de interés.
Tal y como ha hecho la Reserva Federal Estadounidense, el Banco de Inglaterra ha tomado la decisión unánime de llevar a cabo un recorte de 50 puntos en los tipos de intereses básicos, es decir, dejando de tener un 0,75% para pasar a un 0,25%.
Entre las medidas que se han adoptado para llevar a cabo este plan de choque, el Banco de Inglaterra ha incluido una línea de liquidez de 100.000 millones de libras a todas las entidades bancarias, con la única condición de que la cantidad de dinero proporcionado se use para facilitar dinero a las pequeñas y medianas empresas.
Por otra parte, también se ha procedido a la omisión del colchón de capital anticíclico que se solicitaba que tuvieran los bancos. Dicha acción contribuye a liberar una gran cantidad de dinero, concretamente 196.000 millones de libras que podrían usarse, por ejemplo, para hacer que el flujo de crédito sufra un aumento.
Como hemos podido comprobar, se ha tomado la decisión de actuar con rapidez, con lo cual parece ser que la medida coincide con la presentación de presupuestos por el Gobierno, una acción que contribuirá mejorar la inversión, de forma que se logra reactivar el mercado económico en el país.
Hasta el momento no se veían unas medidas tan importantes por parte del Banco de Inglaterra desde el año 2001, cuando sucedió el atentado a las torres gemelas y el año 2008, cuando comenzó la crisis financiera. Una situación parecida ocurrió en verano del 2016, cuando el Banco de Inglaterra procedió al recorte de tipos de interés en 25 puntos básicos, la mitad de lo que se va a recortar ahora.
Para dar sentido a las medidas que se llevarán a cabo, el Banco explica lo siguiente: aunque la magnitud del shock económico del Covid-19 es altamente incierta, la actividad seguramente va a debilitarse en Reino Unido durante los próximos meses. Temporalmente, pero de manera significativa, distorsiones en la cadena de suministro y una actividad más débil pueden suponer un desafío para los ingresos en caja y elevar la demanda para el crédito a corto plazo de las familias y en capital circulante de las empresas. Estos asuntos serán especialmente sensibles para los pequeños negocios. El shock económico afectará tanto a la demanda como a la oferta en la economía.
Algunas medidas que adoptarán los Bancos Centrales
La medida tomada por el Banco de Inglaterra es muy parecida a la que tomó tan sólo una semana antes la Reserva Federal de Estados Unidos, en la cual se rebajan de forma inesperada los tipos de interés, medio punto para ser exactos. Mediante este recorte, el banco central estadounidense quería protegerse en la mayor medida de lo posible todo el impacto que puede tener el coronavirus a nivel económico.
Estas medidas ponen contra la espada y la pared a la BCE, que ha convocado una reunión pronto para hacer frente a los problemas futuros. Además, este banco central se encuentra mucho más limitado que los anteriores, por lo que va a tenerlo más difícil a la hora de tomar medidas urgentes.
Por su parte, la Unión Europea también se encuentra en proceso para la toma de medidas, garantizando que se destinarán al menos 25 millones de euros para combatir la nueva epidemia.