Hasta ahora el Banco Central Europeo se había comportado de manera muy tímida escondiéndose tras la limitación de sus estatutos, pero la noche de este pasado domingo, ante la deriva que estaban tomando los acontecimientos y el peligro de que ayer lunes se convirtiera en un auténtico lunes negro, Jean Claude Trichet no tuvo otra que convocar una reunión urgente de su Consejo, vía teleconferencia, y acordar comprar deuda de España e Italia, los países más atacados por los especuladores.
Una decisión acertada, como ha quedado claro tras el descenso brutal de la prima de riesgo que se ha producido en los dos países involucrados, ya que, por ejemplo la prima española ha bajado ya de los trescientos puntos básicos, alejando de manera casi absoluta el miedo psicológico de los 400, límite marcado para un potencial rescate.
Por otro lado, las bolsas también han respondido bien a este movimiento del máximo organismo financiero europeo y durante toda la jornada de cotización lo hicieron al alza, repuntando tras un final de semana nefasto desde el punto de vista financiero.
Parece, por tanto, que Jean Claude Trichet se ha puesto por fin las pilas y ha hecho lo que tenía que hacer en un escenario en el que la cosa no pintaba nada bien. Esta compra de deuda en el mercado secundario genera confianza en los mercados y les hace ver que los países con problemas no están solos, sino que tienen un fuerte apoyo por detrás.