Según previsiones realizadas, el consumo privado en España bajará este año un 4,1 %, lo que supone 4 veces más que en el peor momento de la crisis de principios de los noventa. El mayor descenso se dio en 1993, cuando fue de un 0,9%.
Estos datos se basan en el crecimiento moderado del número de hogares, la destrucción de la ocupación, una menor confianza de las familias, los altos niveles de endeudamiento y la pérdida de valor de la riqueza inmobiliaria. Lo único que compensa estos datos es la caída parcial de precios al consumo y la caída de los tipos de interés.
Por el lado de las Autonomías. La mayor caída será Canarias (-6 %), Cantabria (-5,1%), Extremadura y Navarra (las dos con un -5%), Castilla y León (-4,8%) y Aragón, País Vasco y La Rioja (-4,5% las tres). Mientras que Andalucía y Catalunya, la rebaja del consumo será del 4,3%.
Por debajo de la caída media se encontrarán Madrid (-3,9%), Murcia y Comunidad Valenciana (con un -3,8%), Baleares (-3,8%), Asturias y Galicia (con un -3,3%) y Castilla-La Mancha (3%).
Galicia, la Comunidad Valenciana y Madrid aumentarán su participación en el gasto total de las familias españolas, siendo una décima en las tres Comunidades hasta el 5,9% en Galicia, el 10,2% en Valencia, y el 16,2%, en Madrid.
De las demás autonomías, nueve mantendrán su peso y cinco lo reducirán, sólo una décima. Como el caso de La Rioja (hasta el 0,6%) Canarias (3,4%), Castilla y León (5,4%), Andalucía (15,2%) y Catalunya (19,0%), la cual seguirá como la región de mayor aportación al consumo agregado.
