Las reciente medidas fiscales de Rajoy, entre ellas la del IVA al cobrar la factura los especialistas ya anticipan su dificultad en varios aspectos, y si bien las pymes y autónomos recibieron gratamente varias de las medidas y en especial la relacionada con que desde 2014, la aplicación del criterio de caja en la gestión del IVA.
Lo que les permtirá poder pagar el IVA al cobrar la factura ya no, al emitirse lo que supone un alivio. Si bien no existe obligatoriedad para acogerse al criterio de caja ya que es de carácter voluntario. Pero siempre hay un pero ya que aunque el criterio de caja beneficiará a unos 2,3 millones de autónomos y pymes. Por diferentes motivos solamente entre unas 500.000 y 100.000 pymes se volcarán por acojerse a dicho criterio.
Uno de los por qué está en el momento de desgravar, aunque se tome al IVA como un impuesto en el que las empresas trasladan al consumidor final; al darse una operación entre empresas, en este caso la empresa que es el «cliente» debe soportar el IVA que a su vez puede deducir, lo que hace que el proveedor ingrese el impuesto de la factura en cuestión. Con el consiguiente resultado fiscal tras la suma de ser cero.
El pero aparece en que no es (1+1= 2), ya que no en todos los casos arroja dicho resultado. Una de las desventajas es que mucha empresas terminan pagando tardíamente o en el peor de los casos no le pagan al proveedor, generando que el proveedor deba ingresar en Hacienda el IVA no cobrado todavía.
Cómo Funciona el Criterio de Caja:
Las nuevas medidas tratan de achicar al máximo esta práctica, aplicando el criterio de caja. Si bien ya una empresa tenía la posibilidad de deducirse un IVA no pagado. La novedad está en que, el criterio de caja recaerá sobre el pago y la deducción. Lo que hace que el proveedor que utilice criterio de caja no deba ingresar el IVA mientras no cobre su factura, a la vez el cliente, no tendrá la posibilidad de deducirse el IVA soportado mientras no cumpla con el pago de la factura, lo que representa la mayor ventaja de lo anunciado.
Recordando que el criterio de caja es voluntario para las empresas que registren un volumen de facturación no mayor a los 2 millones de euros. Desde 2014, ciertas proyecciones señalan que no serán muchas las empresas que elijan el criterio de caja, mientras una parte elejirán seguir aplicando el criterio de devengo.
Por qué Puede Fracasar:
Desde ya que los mas netativistas ven como un desastre a dicha medida del Gobierno de Rajoy, debido a solo complicará a las empresas contraponiendo lo informado por el Gobierno sobre que clientes y proveedores de pymes sobre si eligen el nuevo criterio de caja.
Otro punto de vista es que es una medida generadora de una doble contabilidad dentro de la empresa. Ya que al ser optativo y dependiendo de si los proveedores se vuelcan por el criterio de caja o criterio de devengo actual, lo que hará que la pyme pueda deducirse el IVA al recibir la factura, pero algunas veces podrá hacer cuando la pague.
Desde hace tiempo que en la contabilidad de la empresa el tema de la gestión del IVA se ha vuelto un trámite nada fácil de sobrellevar en diferentes aspectos. Con la nueva medida hará que se agregue una nueva telaraña a la ya existente en cuestión de IVA en la empresa.
Criterio de Caja o el Criterio de Devengo:
Algunos abogan por que el Ejecutivo les permita a la empresa desgravarse el IVA al emitir la factura independientemente de que el proveedor use cualquiera de ambos criterios, el de caja o el de devengo. Una solución estaría en Hacienda, que debería dejar poder devolver el IVA que todavía no ha sido ingresado y con la duda de la certeza de la fecha.
Algunos van más allá y alertan sobre dificultades de liquidez para las arcas del Estado, además de ser formador del fraude fiscal y hasta las devoluciones de la Agencia Tributaria y sus consecuencias.
Que Dice la Normativa Europea:
Si vamos a la normativa europea, este pone freno a poder pagar el IVA cuando se cobran las facturas a nivel general, por lo que solo lo permite al conjunto de empresas que registren un volumen de facturación no mayor a 2 millones de euros.
Por lo que, si nos guiamos por esto algunas pymes y las grandes empresas deberán seguir bajo el criterio de devengo. Aho en caso que el proveedor fue una pyme que use el criterio de caja, ya no podrá deducirse el IVA si no recién al momento de pagar la factura. Es en este punto en el que se contrapone la doble contabilidad, enredando los sistemas administrativos e informáticos internos de por ejemplo las grandes empresas.
Actualmente, las grandes empresas por diferentes motivos fijan sus plasos de pago más extenso de lo que debería ser, lo que hace que los proveedores ingresen en Hacienda el IVA no cobrado.
Discriminación por Criterio:
Aunque suene fuerte la palabra discrimianción, puede suceder esto ya que visto el punto anterior las grandes corporaciones podrían elegir buscar o seguir sus relaciones comerciales con las pymes guiándose por las que posean el criterio de devengo y no el de caja, este sería si fuera así uno de los puntos débiles del criterio de caja.
Un punto que ha resaltado el Gobierno es que cuando una sociedad elija el criterio de caja, le corresponderá seguir con dicho criterio sobre el total de sus operaciones. Esto hace que no existan ambos criterios según el convenga.
Sector Público y Privado:
Una de las soluciones podría ser que el nuevo criterio en el caso de las pymes, sería permitirles el criterio de caja al ser proveedoras de la Administración Pública, ya que existe el pago con alto retraso respecto al sector privado. Otro aspecto es que, el sector público no dispone de deducirse y, queda bajo la figura de consumidor final.