En teoría hoy era una de estas fechas que se marcan en el calendario como día de celebración. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) cumple 20 años y debería ser un momento para recordar los principales hitos del organismo y sobre todo para poder echar la vista atrás y ver cómo éramos hace dos décadas. Sin embargo, la vorágine de la crisis se ha comido literalmente este cumpleaños.
La cita hubiera pasado totalmente desapercibida sino fuera porque desde la CNMV se han esforzado por hacerse un hueco entre tanta inyección de liquidez, anuncios de fusiones y subastas de bancos y aseguradoras. Y al final lo ha logrado gracias al anuncio de su presidente, Julio Segura, de renovar en el cargo otros cuatro años. Esto le permitiría participar activamente en la renovación del sistema supervisor que prepara el Gobierno y que en principio contempla la desaparición de la CNMV como tal, ya que será sustituida por la Comisión Nacional de Servicios Financieros.
También ha ayudado a que este 20 aniversario logre un pequeño lugar entre las noticias del día la presencia del titular del ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. El mandatario ha aprovechado su participación para ofrecer su visión de la actual crisis que atraviesa el sistema financiero. En este sentido, cree que “veremos más operaciones” similares a las de AIG o HBOS, ya que las tensiones “lejos de remitir, se recrudecen”. Además, volvió a recalcar la solvencia de las entidades financieras españolas y adelantar que desde la UE trabajan para ofrecer una respuesta coordinada y dotar de mayor transparencia a los mercados.
Al final, pocas alabanzas y recordatorios al organismo que desde hace 20 años vigila, mejor o peor y con polémica incluida, los mercados españoles. Y es que la crisis no entiende de aniversarios ni celebraciones.