Barak Obama ha confirmado la extensión durante un año más, del embargo comercial aplicado por Estados Unidos contra Cuba desde 1963.
Este caso en particular posee un carácter simbólico, ya que representa la primera renovación durante el mandato de Obama, el mismo presidente que en sus primeros meses en el poder eliminó las restricciones de viaje y envío de remesas de los estadounidenses a sus familiares en la isla.
Esta medida de embargo prohíbe que las empresas estadounidenses puedan comerciar con el Estado cubano y, se ha ido reforzado y ampliando mediante otras leyes, como por ejemplo, la Helms Burton.
Luego de la no renovación de esta misma medida, que regía también en contra de Corea del Norte, desde el 2008 Cuba es el único país del mundo sujeto a las sanciones de la Ley de EEUU contra el “Comercio con el Enemigo”, o sea, el embargo.
Esta decisión del actual presidente estadounidense produjo repudios de organizaciones pro derechos humanos como, por ejemplo Amnistía Internacional.
Se esperaba que mediante este nuevo gobierno se llegue a desmantelar el paquete de medidas que afectaban al estado centroamericano, pero lamentablemente, se seguirán aplicando.