La Comisión Europea ha informado recientemente sobre la idea de desechar o no estas monedas, dada la poca utilización que se les da hoy en día. En su lugar, se pondrá en marcha inmediatamente una política de redondeo para sustituir su uso.
El organismo tomará una decisión definitiva a lo largo del último trimestre del año, en el cual se pensará si es factible presentar y poner en marcha la propuesta legislativa que tiene como objetivo unificar el redondeo de los precios en lo que respecta a los pagos realizados con dinero en efectivo. Esta sería la manera más adecuada para poner fin a las monedas de 1 y 2 céntimos de euro, las que menos utilidad aportan en los pagos.
Se abre el debate sobre la utilidad de las monedas de 1 y 2 céntimos
Al comienzo de esta misma semana, se ha comenzado a realizar un análisis exhaustivo en lo que respecta al uso que damos a estas monedas en nuestro día a día, para determinar con exactitud si merece la pena eliminarlas o no. Se ha abierto también una consulta pública para que los ciudadanos, así como las instituciones y las propias autoridades expresen su opinión al respecto. Esta tendrá una duración no superior a 15 semanas, hasta el 11 de enero.
Además, es importante recordar que el ejecutivo comunitario se encuentra en la obligación legal de analizar periódicamente el tipo de uso que se les da a las monedas, para determinar cuáles son las más y las menos utilizadas por los usuarios pertenecientes a la zona euro.
Durante la comparecencia ante los medios, la comisión ha explicado que estudiará detenidamente en el análisis que se va a realizar, el impacto económico, medioambiental y social que tendrá la introducción del redondeo, con el fin de evitar cualquier tipo de decisión errónea o precipitada.
De esta manera, añade que dependiendo del resultado del análisis del impacto, se evaluará la posibilidad de proponer una iniciativa legislativa sobre reglas uniformes de redondeo y posiblemente acompañada de la completa desaparición de las monedas con menos valor existente, las de 1 y 2 céntimos.
Lo cierto es que el organismo ya planeaba realizar una acción como esta desde principios de año, puesto que ya se encontraba dentro del documento de trabajo presentado en enero para el resto del año. Mediante la política de redondeo, no solamente se busca eliminar las monedas menos usadas por los ciudadanos, sino también evitar que cada usuario aplique a su antojo sus propios criterios de redondeo, ya que en la mayoría de casos sería de manera totalmente interesada para sacar su propio beneficio.
Cabe destacar que la Comisión advirtió a principios del año que ya existían estados miembro, entre los que citaba a Finlandia, Países Bajos, Bélgica o Italia, que ya habían dado luz verde por su cuenta a normas internas respecto al redondeo. Adelantándose por tanto a la gran mayoría de países de la zona euro, que o bien no disponen de normativa alguna, o esta no es lo suficientemente completa y adecuada.
Al cabo de unos meses conoceremos el veredicto final y si verdaderamente resulta beneficioso para la economía europea la supresión de estas dos monedas de tan poco valor.