El consejo de ministros anunció una propuesta de real decreto ley de medidas urgentes para reducir costes eléctricos en 4.616 millones de euros entre 2011 y 2013.
El recorte se producirá como hachazo directo en la cuenta de resultados de las empresas, sobre todo las cinco grandes eléctricas.
Las eléctricas tendrán que sufragar de su bolsillo 670 millones por los planes de ahorro y eficiencia energética, denunciados por las propias eléctricas y de donde han salido las famosas bombillas que ha regalado Industria. La tasa por generar electricidad será de 0,5 euros por megavatio.
Es un intento a contrarreloj del Gobierno para amortiguar futuras subidas de la luz en un momento electoral comprometido.
A pesar del real decreto ley, esa subida parece inevitable, dado el incremento de costes en materias primas.
El miedo de los sucesivos gobiernos, a subir la luz y a abordar una reforma eléctrica profunda, poniendo límites a las renovables, por ejemplo, ha conducido a una situación límite. En una década no se han conseguido cuadrar los ingresos del sistema (vía recibo de la luz) con los costes, dando origen a un agujero insostenible de más de 14.000 millones