El Gobierno español no quiere quedarse atrás después de los ajustes promovidos por los gobiernos de Italia y Francia, y celebrará dos Consejos de Ministros extraordinarios durante este mes de agosto (el 19 y el 26), con el objetivo de sacar adelante todas las cuestiones pendientes sobre el control del gasto público y la reducción de déficit.
En primer lugar, lo más urgente será la privatización de la gestión de los aeropuertos de Barajas y el Prat, con lo que el Estado aligerará su peso de manera importante, y posteriormente la salida a bolsa del 30% de Loterías y Apuestas del Estado, con la que la Administración central espera obtener una fuerte inyección de dinero extra.
Posteriormente, y más allá del recorte del gasto puro y duro, el Estado intentará compensar a las empresas privadas con el objetivo de que puedan ayudar a dinamizar la economía del país, y recortar el gasto farmacéutico incentivando la utilización de genéricos en lugar de medicamentos de marca.
Además de estas medidas presupuestarias, también intentará profundizar en la flexibilización del mercado laboral y conseguir el acuerdo, que parece imposible, con las Comunidades Autónomas para fijar el techo de gasto definitivo para todas las administraciones, fundamental para mantener calmados a los mercados.
En definitiva, el Gobierno español se enfrenta a un verano de dificultad extrema y deberá acometer medidas de ajuste creíbles para evitar que la prima de riesgo se siga disparando en las próximas semanas.