Un hecho que nos afecta a todos, no tanto por sus consecuencias, sino por el causante y el encubrimiento cómplice de las autoridades internacionales, es el lavado de dinero (también el blanqueo, aunque en menor medida). Ahora, parece ser que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha comprometido a instar mayormente a los países a que controlen sus medidas, y realizará un cambio en la forma en que evalúa los esfuerzos de los países para combatir el lavado de dinero y el financiamiento al terrorismo, buscando así concentrarse en las áreas de más riesgo.
Según indican fuentes del FMI, se propuso el cambio para ajustar la evaluación de un país a sus circunstancias individuales. Algo simple, como deberían hacer con sus «recetas predeterminadas» donde en vez de aplicar un modelo igual para todas las economías como se hace actualmente, se adecue a la situación particular.
¿Qué es el lavado y el blanqueo?
Técnicamente son sinónimos. No obstante, se utiliza los términos con distintos sentidos, se denomina blanqueo a aquel dinero que circula en el sistema financiero y proviene de evasiones fiscales, delitos tributarios, y otras actividades, las cuales se podrían cuadrar dentro de las “no tan dañinas”. En cambio, el lavado, sería aquel que proviene de venta de armas, drogas y otros productos del mercado negro.
En este sentido, es al que me refiero cuando digo que la actividad del lavado es originada por actividades peligrosas y criminalmente graves. Ahí es donde hay que atacar, pero la búsqueda no debe finalizar en «encontrar» el dinero sucio, sino a los responsables, que siempre quedan impunes.
El informe realizado por el FMI señaló que el puntaje de los países miembros en la evaluación sobre el cumplimiento de las metas era persistentemente bajo, pese a un costo promedio de 310,000 dólares por evaluación.
La idea, por ejemplo, es evitar perder el tiempo en los casos que exista un país que no tiene mercado de valores, pero sí una industria extractiva de metales preciosos, al evaluar un mercado de valores que no existe o que no es significativo. A esto nos referimos también cuando aludimos a hacer medidas que se acoplen a la situación de un país determinado. Es lo mismo que ocurre en la economía. Desde Islandia, piden «aplicar el modelo Argentino« a la solución de su crisis… Lamentablemente, deberán reformular dicho modelo antes de aplicarlo, porque la cultura es completamente diferente, y los cambios sociales pueden generar tragedias peores que las económicas.
Esta estrategia está más en línea con la forma en que varios organismos internacionales y regionales realizan estas evaluaciones. Ahora, coordinar será la opción más lógica a la hora de «hallar» presuntos focos infecciosos de dinero sucio.
Ahora, esperamos a que el directorio del Fondo discuta con otros organismos que realizan evaluaciones sobre lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, de manera de asegurar que esta idea sea viable.
Un último dato indica que sólo en Estados Unidos, las ganancias por delitos como lavado de dinero, ascienden a 275,000 millones de dólares, sin contar la evasión impositiva… una cifra que asusta.
Imagen: Financialred