La crisis de la construcción ha sacudido de arriba abajo el mercado inmobiliario de forma indiscutible. Ahora bien, no todos los tipos de viviendas están sufriendo con la misma intensidad los efectos del estallido de la burbuja.
De hecho, mientras que los pisos de nueva construcción encuentran hoy en día poca salida en el mercado o desde hace algunos años cada vez menos ciudadanos optan por adquirir una segunda residencia en la costa, lo cierto es que hay un tipo de suelo en el que las consecuencias de la crisis son menos evidentes.
Se trata de las fincas rústicas, un sector que está consiguiendo capear el temporal y mantener unos precios más o menos estables debido fundamentalmente a que están sometidas a un menor grado de especulación. Así, mientras que los precios de la vivienda en general podrían haber descendido en torno a un 30%, se calcula que en el caso de las fincas rústicas la disminución de los precios habría alcanzado apenas un 6% con respecto a las cantidades que se manejaban en 2007.
No obstante, los precios de este tipo de suelo son muy dispares, porque dependen de diversos factores como la región geográfica en la que esté ubicada la finca, los tipos de cultivo que se puedan plantar o los distintos usos y aprovechamientos que se le pueda dar al terreno. Así, encontramos que la zona en la que más han descendido los precios en este tipo de terrenos es La Rioja, donde los precios han llegado a caer hasta en un 15% solo en el último año.
Por el contrario, Alicante y Almería han llegado incluso a incrementar en un 5% y un 3% respectivamente los precios de las fincas de secano sin cultivo y de regadío de invernadero.
Por otra parte, mientras que los precios más económicos los encontramos a día de hoy en Navarra (zona en la que es posible adquirir una finca forestal desde 500 euros/Ha), las parcelas más caras se sitúan en Canarias para las fincas agrarias con edificaciones (hasta 300.000/Ha).
Un artículo realmente interesante.Hay sectores que han podido esquivar esta dura crisis…