Los Fondos de inversión son instrumentos de ahorro y de inversión que reúnen el patrimonio de un gran número de personas que quieren invertir su dinero. Una entidad gestora, que es quien ostenta la representación y administración del fondo, se encarga de invertir el dinero (cobrando comisiones por ello) en una serie de activos, como pueden ser: acciones, títulos de renta fija, activos monetarios, derivados u otros muchos. Existen diferentes fondos de inversión y cada cual se adapta mejor o peor a las necesidades o preferencias de cada persona.
Los fondos de inversión monetarios invierten a corto plazo en activos de gran liquidez y bajo riesgo, como depósitos, letras y bonos. Son adecuados para aquellos momentos de incertidumbre económica como la actual, ya que buscan salvar el capital invertido en un plazo inferior a un año. Precisamente por ello suelen considerarse como uno de los más seguros.
A diferencia de los anteriores, también se puede optar por los fondos de renta fija o los de renta variable. Los primeros invierten en activos generalmente superiores a un año, en el mercado de bonos, tanto público como de emisores privados, y tanto españoles como internacionales. Son elegidos por inversores que prefieren tener exposición a la renta fija, con mejores expectativas de rentabilidad a medio o largo plazo que el fondo monetario. Los fondos a renta fija, como su propio nombre indica, suelen mantenerse a lo largo del tiempo en una línea constante. Sin embargo, los de renta variable tienen intervalos de subida y de bajada en los diferentes años, pero si comparamos uno con otro, el variable raras veces se sitúa por debajo del fijo. Por tanto, éste será una la opción ideal si se busca aumentar el capital y obtener mayores ingresos en un plazo de entre 3 y 5 años. La gestión en los fondos de renta variable se suele realizar por expertos. Además, este tipo de fondos también ofrece mayor diversificación y menor riesgo de inversión con posibilidad de acceso a compañías y mercados muy específicos.
Para los perfiles de inversor más diferenciados, es decir, independientemente de ser conservador o arriesgado, se recomienda diversificar la inversión con los fondos mixtos. Éstos mezclan diferentes niveles de riesgo, invirtiendo tanto en renta fija, en renta variable como en otros fondos de inversión. Son bastante atractivos puesto que combinan la inversión en Bolsa y deuda en función del momento del mercado, lo que les permite adaptarse a los diferentes entornos, independientemente de que éstos cambien.
Otro tipo de fondos son los garantizados que, en función del fondo elegido, aseguran recuperar la totalidad o una parte importante de tu inversión inicial en una fecha concreta. La rentabilidad que se obtenga se puede establecer al inicio de la contratación o, posteriormente, dependiendo de la evolución de un índice o de una cesta de acciones.
Antes de elegir cualquiera de estos fondos u otros muy diferentes, debemos tener claro cuál es nuestro objetivo final y después, escoger aquel que mejor se adapte a nuestros criterios.