Algunas declaraciones institucionales en las últimas semanas apuntan a un futuro próximo en el que el uso del dinero en métalico sea cada vez menos utilizado. Pero ¿realmente estamos preparados para una retirada generalizada del dinero en metálico?.
Los usuarios cada vez dejan más de lado el dinero en efectivo, para utilizar sus tarjetas de crédito o incluso pagar a través de sus smartphones. Especialmente ahora, en momentos en los que es preferible evitar el contacto físico con otras personas para prevenir los contagios por Covid-19, este método de pago se convierte cada vez más en una opción mucho más interesante y atractiva que el pago con dinero en metálico.
Los expertos señalan que esta crisis, y el mundo y la economía que van a resultar de ella, van a acelerar el papel cada vez más irrelevante que en el futuro va a tener el dinero en efectivo. De esta manera, el consumidor utilizará mucho más su tarjeta de crédito y el móvil como medio de pago, ya que la percepción de seguridad y comodidad van a incrementarse de forma importante y el resultado será un uso progresivamente más residual del dinero en metálico.
De la misma manera, el confinamiento que hemos estado viviendo hasta hace unas pocas semanas también ha impulsado las compras online, con lo que el usuario ya se ha acostumbrado a la comodidad de comprar desde su propia casa y continuará haciéndolo ahora que sabe que es un método de compra que funciona y que es de calidad.
Cuánto menos utilizamos el dinero en métalico
No obstante, esto no es una nueva noticia, ya que los pagos de forma telemática ya estaban cobrando cierta importancia antes incluso de comenzar el estado de alarma. De hecho, datos facilitados por el Banco de España, nos muestran cómo a lo largo del pasado año 2019, los usuarios pasaron sus plásticos por terminales de compra un total de 4.536 millones de veces, lo que supone un uso de un 16% mayor que en 2018.
Otros estudios afirman que durante el año anterior, alrededor de un 87,5% de usuarios utilizaban el pago con tarjeta de crédito de manera periódica, y un 55% prefería incluso pagar a través de su smartphone por el método contactless. Se trata de un cambio motivado, sin duda alguna, por los usuarios más jóvenes, que optan por la comodidad de pagar con su tarjeta de crédito o su teléfono móvil.
No podemos negar que resulta mucho más cómodo pasar nuestro plástico por una terminal sin necesidad de andar buscando un cajero para sacar nuestro dinero y tener que cargar con monedas y billetes, que ocupan gran espacio en nuestras carteras. Así como también resulta infinitamente más sencillo acercar nuestro smartphone a una terminal y realizar el pago en pocos segundos.
Además, son los propios jóvenes quienes lo afirman, como es el caso de una joven madrileña que dice optar por los pagos con tarjeta, a pesar de que siempre suele llevar algo de dinero en efectivo en caso de que el negocio al que acuda no permita otro tipo de pago, pero cada vez son menos los que no disponen de terminales para poder realizar pagos telemáticos.
Estos métodos de pagos se utilizan cada vez más en todo el mundo, y cada vez es más real un futuro en el que el dinero en efectivo desaparezca por completo, aunque todavía queda un largo recorrido para que llegue a suceder.