Según los datos presentados por la Unesco en la edición 2012 del estudio anual «Educación para todos», España encabeza en Europa el ranking de fracaso escolar y el de mala inserción laboral.
Según este informe, presentado hoy, uno de cada tres jóvenes españoles de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años abandonaron sus estudios antes de finalizar la enseñanza secundaria. En el resto de Europa la media de abandono en ese rango de edades es de uno de cada cinco jóvenes.
Unas cifras muy preocupantes
El hecho de que España sea un país muy duramente golpeado por la actual crisis económica hace todavía más preocupantes las cifras presentadas, ya que este abandono de los estudios repercute en una menor preparación u capacitación de nuestros jóvenes.
Señala la Unesco en su informe que este déficit de competencias profesionales «aboca a los jóvenes a desaprovechar su potencial, les hace perder oportunidades de empleo y les impide ayudar a sus respectivos países a volver a la prosperidad».
En este sentido, uno de los datos que muestra el informe es que entre los años 2007 y 2009, las tasas de desempleo entre los jóvenes europeos que no habían completado sus estudios aumentaron de forma significativa, siendo España el país más afectado de todo el continente europeo.
Falta de motivación
Según François Leclercq, uno de los autores del informe y estudio de la Unesco, el fracaso escolar muchas veces tiene como causa a la falta de motivación producida por la desconexión entre lo que los jóvenes aprenden en la escuela y lo que las empresas demandan cuando se deciden a buscar un empleo.
El estudio presentado también recupera la expresión «nini», refiriéndose a los jóvenes que no estudian ni tampoco buscan empleo. Así, el informe de la Unesco señala que «al menos un cuarto de los jóvenes españoles que abandonaron sus estudios al terminar el primer ciclo de enseñanza secundaria y un quinto de los que la abandonaron después del bachillerato tampoco buscan empleo en la actualidad».
Fomentar las prácticas y mejorar la formación profesional
Para los autores del citado informe, «Europa debe formar a jóvenes con competencias profesionales adecuadas, con experiencia previa y con capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías». Ahondando en esta dirección, la Unesco insiste en fomentar las prácticas y las pasantías, y en mejorar la formación profesional, siguiendo el modelo puesto en práctica en Alemania y que ha dado unos buenos resultados.