Ante los pésimos datos sobre la economía de Estados Unidos, surge una pregunta que es clave en estos días: ¿la Reserva Federal (Fed) volverá a repetir su error más famoso? ¿Intentará un nuevo endurecimiento de la política monetaria como en 1937, responsable de alargar la Gran Recesión?
Claramente, la respuesta a esto por parte de lo que se dice desde fuentes oficiales, es que no. Pero por el otro lado, todo se cae a pedazos si vemos lo que ha dicho un alto oficial de la Reserva, más precisamente el presidente de la Fed de Saint Louis, James Bullard, que indica que todo apunta hacia un endurecimiento de la política en aras de controlar la inflación.
Esperamos, y es algo «ilógico» que el Banco Central cometa los mismos errores, pues la Fed en los años 30 podía reaccionar de forma desproporcionada a los impactos de los precios de los productos, pero actualmente sabemos cómo tratar estos temas donde existen ocasionales alzas en los precios de las materias primas.
Alguno se preguntará o bien, me preguntará a mi: ¿somos más inteligentes? ¿es ésa la razón? bueno, no creo que sea inteligencia, sino que podemos ver con perspectiva y prospectiva. En otras palabras, 70 años después, sabemos y vemos más allá de los inestables números de la inflación y se busca la solución de la llamada inflación básica o subyacente, que no incluye los precios de alimentos y energía.
En este sentido, en el año 1937 la inflación básica era el punto a tratar, y dejar de lado el alza inflacionaria que enfrentaban que era una subida intensa en el maíz y el cobre.
No obstante, las posiciones aún están dividas, dado que James Bullard, quien preside la Fed de Saint Louis, durante el mes pasado publicó un artículo donde calificaba a la inflación básica como un «pésimo concepto» y urgió a la Fed a no prestarle atención.
Es claro, pocos de los actuales habitantes estadounidenses han vivido la crisis de los años 30, y si la pasaron, seguramente poca información había en aquella época para poder inducir cuáles eran las causas. Esto es lo que le pasa a Bullard y por eso parece ir contra la corriente. Todo esto aunque lo cierto es que los precios de los alimentos y de la energía han subido, pero ¿se trata de algo que una política monetaria restrictiva puede solucionar?
En épocas del pasado, las restricciones monetarias implementadas por la Fed en 1937 interrumpieron una recuperación que tomó años desarrollar y afectaron el empleo y la producción. Las consecuencias serán las mismas si ahora se repite una respuesta similar y apresurada ante los altos precios de la energía y materias primas.
Habrá que ver las tasas reales y nominales, junto a la de la inflación total y básica antes de tomar una decisión; y espero que las decisiones se tomen en una mesa que no sea de algún bar como en los años 30…
Imagen: Financialred