La noche se hará tarde, tan temprano, que enfermarán de otoño los inviernos. No podía resistirme a no comenzar este mes con tan cálida y acogedora bienvenida.
Pero volviendo al mundo real… tras la auditoría de Oliver Wyman, o cómo despilfarrar 2 millones de euros en un análisis sin sorpresas, el sector se encuentra sin el rally alcista en un mes en el que España puede pedir el rescate y suspender el cierre de los ‘cortos’.
Octubre abre con grandes vencimientos de deuda. Si la presión no cesa, financiar las arcas públicas será más costoso, la carga financiera del Estado será más abultada y cada emisión será más sofisticada. Recordemos que la austeridad y los intereses de la deuda han llevado a aumentar en gasto un 5,6% los PGE, por lo que la retórica de gastar menos no se está llevando acabo y es fraudulenta.
La inactividad del BCE elevará el coste de esa financiación
Las reservas del tesoro permiten aplazar el bailout hasta este último mes. No hay vuelta atrás. Estaremos pronto ante el día D. España afronta vencimientos de deuda por 57.000 millones entre agosto y diciembre. Pero en octubre llega la parte del león de los vencimientos: 9.154 millones en letras y 20.266 millones en bonos. Unas cantidades imposibles de afrontar con las reservas actuales y que obligan al Tesoro a colocar importantes emisiones en el mercado. Algo que, si se mantienen los costes actuales de la deuda pública, debería abocar al Gobierno a pedir la compra de deuda por parte del BCE y del fondo de rescate europeo
El BCE inyectó optimismo, pero la realidad se impone. Pueden acabar con cualquier esperanza de superar la crisis en solitario. Habrá que esperar a ver si el gobierno opta por la petición de rescate, ya que permitiría que las rentabilidades de los bonos cayeran de significativamente. Ni la línea de crédito ni la tercera reforma del sistema financiero han disipado las dudas que se ciernen sobre la economía española y su tan cuestionada solvencia.
Analizando poco a poco el panorama, veremos que el será bajista, aunque registra subidas del 30% desde mínimos anuales, gracias a la conducta de unos bancos que ven que como se agota su condicional alcista sus recomendaciones, continúan con más desperfectos. Estamos a la espera, o mejor dicho, a la deriva, esperando el camino de los bancos para captar los 59.300 millones que precisa el sector según el informe de Oliver Wyman. Se dejó entrever que las acciones bancarias estaban sobrevaloradas, por lo que registrarán fuertes bajadas seguramente. Solo se registraría beneficios si se efectúa el rescate, ya que posee un tercio de la deuda española.
Obstáculos, es lo que no necesitan para recapitalizar la banca española, y es lo que encuentran. Las dudas sobre las condiciones del banco malo son algunos de los principales retos que impiden que afloren mejoras. Alemania, Filandia y Holanda revolotean el recreo del parlamento Europeo al rechazar conjuntamente la recapitalización bancaria directa a través del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), por considerar que el fondo sólo debería admitir las pérdidas a partir de su inicio.