Al igual que otros países de Europa como España con el retraso de su jubilación, en Francia su Consejo de Ministros francés ha aprobado el Proyecto de Ley para aumentar la edad de jubilación hasta los 62 años, en lugar de los actuales 60 años. La intención primordial de esta modificación, es la de llevar a cabo una reforma pudiendo mantener y reequilibrar el actual modelo de pensiones que existe en Francia.
La norma prevé que la edad de jubilación se irá elevando de forma progresiva cuatro meses por año, hasta llegar a la edad de jubilación de 62 años en 2018.
Además se amplía en dos años la edad para obtener la pensión de jubilación completa, que pasará de 65 a 67 años.
Obviamente, esto lleva también a aumentar la cantidad de años de aportes necesarios, los que pasarán a ser de 41 años y 3 meses para poder cobrar la pensión máxima.
Por otro lado, como toda norma tan difícil de aceptar, debe tener algún beneficio, en este caso se dará una ayuda para desempleados de más de 55 años.
Esta reforma intenta equiparar las cuentas del sistema de reparto para 2018. Además busca la equiparación del nivel de cotización de los funcionarios con la de los trabajadores del sector privado, de forma que subirá del 7,85% actual al 10,55%, donde igualmente los funcionarios se seguirán beneficiando de un cálculo del monto de su pensión sobre la base de sus seis últimos meses de actividad, y no de 20 años, como ocurre en el sector privado.
Este tipo de medidas más allá de las intenciones, también se da en la actual situación de desempleo y traen aparejado los diversos puntos de vista tanto de los sectores políticos como de los laborales, seguramente ante esta aprobación se espera una oleada de quejas respecto a que es lo más conveniente para el mercado laboral actual y a futuro en Francia.
Imagen: Google